Opinión | Zona Xero

Otoñada en el Alcor del Roble

La Vera aún guarda espacios para lo auténtico y ofrece en estas postrimerías del otoño el rumor de sus gargantas y la vistosidad de sus bosques de robles y arces

Alcor del Roble, hotel rural de Collado de la Vera.

Alcor del Roble, hotel rural de Collado de la Vera. / Juan José Ventura

La Vera es en otoño una constante exaltación de los sentidos humanos. No hace falta ser un entendido en pintura para recabar en la profundidad de los ocres, los amarillos y los tonos verdinervados que revelan sus paisajes cuando la niebla mañanera se despeja y la luz abre con dedos decididos el cielo azul purísima. Las gargantas van horadando las piedras y la tierra a golpe de murmullo permanente, mientras el viajero se esfuerza por entender las frases del borboteo del agua. Los caminantes han llegado en busca de ese selfi casi imposible sobre las piedras, con el discurrir del agua al fondo, el musgo sobre las rocas y las hojas de los arces y robles poblando los caminos.

En la Vera no hay trucos ni artificios dispuestos para el turista. Tiene el marchamo de lo auténtico marcado en la arquitectura de sus pueblos. El viernes pasado, en Garganta la Olla, la irrupción de los viajeros matritenses en busca de la casa de la Serrana de la Vera, se topaba con el repique a entierro de la iglesia de San Lorenzo. Mientras consultaban sus móviles eran testigos de cómo todavía en la era digital siguen siendo las campanas un efectivo medio de comunicación. La zona se incendiaba estos días de fervor mariano con sus fiestas de La Viva Viva y Los Escobazos.

Una buena propuesta para el descanso de cualquier viajero que visite la zona es el hotel rural Alcor del Roble, en Collado de la Vera, municipio de apenas con 250 habitantes, pegado a Jaraíz.

 Regentado por Ana María López y José V. Serradilla, concentra las esencias locales y en él comprendes por qué Carlos V eligió la Vera para su retiro del mundo. José V. Serradilla, además de mítico periodista de Diario de Ibiza, de Prensa Ibérica, es un prolífico autor con más de medio centenar de libros sobre periodismo, la comarca, y la figura de Carlos V. Uno de sus últimos trabajos, Luna de miel en Granada, rememora la historia de amor del emperador con Isabel de Portugal.

Alcor del Roble, juntamente con el remanso bello de su bosque y charcas, es reservorio del conocimiento de este experto en el emperador, que orienta al caminante y le guía con pasos seguros por sus sendas. En pocos enclaves como este he percibido el otoño verato en plenitud de sus colores y sabores, gracias a las manos de Javi, el cocinero. 

Si quieren conocer la zona, recalen en este espacio donde experimentar el sosiego sin artificios y en buena compañía.

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