Los 100 años de Alejandro Medina en la plazuela de las Canterías de Cáceres

Nació el 7 de enero de 1925 y, tras una dura infancia, comenzó a trabajar a su mayoría de edad como panadero. 100 años más tarde, Raimundo Alejandro Medina ha tenido miles de vivencias de la mano de su esposa Cándida Bermejo, pero todas ellas desde su segundo piso del inmueble número 24 la plazuela de las Canterías de Cáceres. Así es un siglo desde el corazón de la parte antigua.

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Alejandro perdió a sus padres cuando apenas tenía cinco años e ingresó con sus dos hermanos mayores -Emilio Ignacio y Antonio- en el colegio de San Francisco, que tutelaba la Diputación de Cáceres y en el que se recogían todos los niños desamparados de la provincia. No logró ninguna titulación académica, pero tuvo profesores que le proporcionaron lo necesario: Don José Canal, que le enseñó a leer y le inculcó una gran afición a la lectura, Don Abelardo Rodríguez y Don Andrés Bermejo.

Terminaron sus estudios y aprendió el oficio de panadero. Pasó todos sus años de vida laboral levantándose temprano para hacer el pan diario para todos los centros que dependían de la institución provincial. Pero en el trabajo también encontró algunos momentos que le recordaban su amor por la literatura: la gran alegría de todos los días es que el maestro panadero era un enamorado de la poesía. Alejandro inclusó llego a escribir dos volúmenes de ‘Mis poesías’ y el libro ‘Semblanzas’.

Con Cándida pasó una vida plena de amor en la que tuvieron tres hijos: Manolo, Antonio y Virtudes. Nietos tiene once: Montaña, Verónica, Úrsula, Sara, Manolo, Vanessa, Antonio, Juanjo, Aroa, Delia y Olga. Y también son ya nueve los biznietos: Adrián, Celia, Daniela, Paula, Marina, Santi, Carmen, Darío y Olmo. 

Ya un poco castigado por la edad, no sale a andar tanto como le gustaría, pero una operación de cataratas hace tres años le permite seguir leyendo, una de sus grandes pasiones.

Junto a su familia celebrará este fin de semana una comida por sus cien años de vida, todos ellos desde la plazuela de las Canterías, donde nació, donde lleva un siglo residiendo y donde ya piensa en los 101 años. 

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