TURBULENCIAS CON EL PROYECTO EN LA CAPITAL CACEREÑA

Japón, en liza con Cáceres por el templo budista

El país nipón se ha posicionado para ponerlo en marcha y financiarlo al completo, dice la Fundación Lumbini Garden

«Quiere acceder a los más de 100 millones de turistas chinos de clase media alta que viajan»

Guerrero, y detrás Vilanova, junto a Mateos en su última visita (en julio) al Ayuntamiento de Cáceres.

Guerrero, y detrás Vilanova, junto a Mateos en su última visita (en julio) al Ayuntamiento de Cáceres. / CARLA GRAW

Eduardo Villanueva

Eduardo Villanueva

Cáceres

Continúan las turbulencias en torno al proyecto de templo budista en el cerro Arropez (o Arropé), después de que la organización Asaja removiera el asunto tras solicitar la suspensión cautelar del mismo, a cuenta de las restricciones que imponen las zonas ZEPA a los agricultores. Si el pasado jueves la Fundación Lumbini Garden (FLG), promotora del complejo budista, ya deslizaba la posibilidad de que el proyecto y los inversores abandonasen Cáceres porque «tenemos ofertas desde otras provincias de España y desde otros países también», ayer la FLG fue más específica y señala a Japón como principal interesado en albergarlo.

«Japón se posiciona para llevarse el proyecto si Caceres no termina de ponerlo en marcha. Donde una puerta puede cerrarse, otra se abre»

José Manuel Vilanova

— Presidente de la FLG

Incertidumbre

«Japón se posiciona para llevarse el proyecto ‘Gran Buddha’ si Caceres no termina de ponerlo en marcha. Donde una puerta puede cerrarse, otra se abre», advertía ayer el presidente de la FLG, José Manuel Vilanova. «No solo cederían el suelo, sino que también se encargarían de la construcción del gran Buddha», en referencia a la gigantesca estatua sedente (47 metros) que ya cuenta con el visto bueno ambiental de la Junta de Extremadura. Vilanova aclara la situación, y asegura que espera un «último encuentro» con el consistorio cacereño. Un último encuentro con el equipo del alcalde, Rafael Mateos, al que pidió «celeridad» el pasado mes de julio, durante la visita de la delegación de Nepal. Sabía entonces Vilanova que el nuevo equipo de gobierno no ponía la misma alfombra roja que el anterior, y apuntaba la necesidad de «terminar de fraguar un acuerdo definitivo con el ayuntamiento, que permita iniciar la construcción de la estatua porque ya hemos agotado una legislatura completa». 

Ahora, Vilanova subraya que tras ese último encuentro, aun por agendar, reflexionará «sobre el destino final de este gran proyecto. Japón quiere acceder a los más de 100 millones de turistas chinos de clase media-alta que viajan por el mundo por motivos culturales y espirituales, con un gasto medio de hasta 5.000 dólares diarios».

«Se debe contar con todas las garantías legales; una vez que eso se cumpla, la ciudad de Cáceres acogerá con buenos ojos este tipo de proyectos»

Emilio Borrega

— Alcalde en funciones

Falta de sintonía

Ya había dejado Vilanova pistas de la falta de sintonía con el nuevo ejecutivo municipal a lo largo de las últimas semanas, con publicaciones en sus redes sociales donde daba cuenta de la promoción internacional del proyecto ‘Gran Buddha’ en Asia. Y señalaba que «Japón, China, Tailandia y los principales países asiáticos budistas, entre los que se encuentran los denominados tigres asiáticos, están pendientes de la decisión final sobre este gran proyecto turístico y cultural único en el mundo».

Por su parte, el responsable de Relaciones Institucionales y Asuntos Budistas de la FLG, Ricardo Guerrero, asegura que «Japón ya nos ha dicho que si España no quiere este proyecto, que se lo llevan y lo financian por completo». De hecho, algún medio de comunicación nipón ya se ha hecho eco de ello. No obstante, y pese a esta ofensiva, debido al cambio político y a los (casi siempre) desesperantes plazos istrativos, los promotores sostienen que su compromiso, al menos de momento, sigue siendo con Cáceres. De hecho, Vilanova ha llegado a publicar: «El interés de Asía por este proyecto crece mientras que en España se demoran los procedimientos istrativos».

Por lo que parece que la pelota está en el tejado del Gobierno local. El alcalde en funciones, Emilio Borrega, ha insistido en que «el proyecto completo debe tener todas las garantías legales; una vez que eso se cumpla, la ciudad de Cáceres acogerá con buenos ojos este tipo de proyectos». 

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