Yulenmis Aguilar, sexta en jabalina con otra marca personal de Águeda Marqués

Con la quinta plaza de Mohamed Attaoui en 800 metros como momento culminante, el atletismo español contó con otros tres participantes en finales para completar una notable actuación en líneas generales mientras el italiano Gianmarco Tamberi se estrellaba en la final de salto de altura.

La otra gran protagonista fue Yulenmis Aguilar. La atleta de origen cubano nacionalizada la pasada primavera llegó a París mucho más recuperada de los problemas físicos que le impidieron brillar en el Europeo de Roma y comenzó la final con un notable lanzamiento de 62,78 metros que la llegó a situar segunda.

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¿Y qué decir de Águeda Marqués? ¡Tercera marca personal en tres carreras seguidas! La segoviana fue inteligente en la carrera olímpica más rápida de la historia para volver a batir su marca personal y situarse increíblemente cerca de una barrera de los cuatro minutos en 1.500 que tenía a más de tres segundos antes de los Juegos.

La segoviana marchó buena parte de la carrera en última posición, pero sin perder la cara a una final loca en la que la etíope Tsegay pasaba el 4 en 59.3 y el 8 en 2:03.03. La última vuelta fue espectacular, con la keniana Faith Kipyegon tirando como una posesa para evitar la derrota que sufrió en 5.000 a manos de su compatriota Beatrice Chebet.

Ganó con récord olímpico (3:51.29) a algo más de dos segundos de su récord mundial (3:49.04) y por detrás primero la australiana Jessica Hull (3:52.56) y después la británica Georgia Bell (3:52.61) dejaban sin medalla a la etíope Welteji (3:52.75).

Águeda superó nada más y nada menos que a Tsegay para acabar undécima con 4:00.31 y ya es la cuarta de la historia de España tras Marta Pérez, Natalia Rodríguez, Esther Guerrero y a 11 centésimas de Nuria Fernández. ¡Eso es competir! Enorme la discípula de Álvaro Martín dentro y fuera de la pista!

Para terminar con la actuación española en el cierre del atletismo en el Stade de , el hispanoburundés Thierry Ndikumwenayo no pudo repetir la novena plaza de los 10.000 en una exigente final de 5.000 metros en la que terminó decimotercero con 13:24.07.

El medallista de bronce en los Europeos de Roma y discípulo del veterano y emblemático Pepe Ortuño incluso llegó a marcar el ritmo en el ecuador de la prueba hasta que empezó a quedarse mientras por delante reinaba Jakob Ingebrigtsen.