La comarca de Vegas Altas redobla esfuerzos contra el virus del Nilo

Con la llegada del calor, el mosquito vuelve a convertirse en protagonista indeseado en la comarca de las Vegas Altas del Guadiana. Y no solo por las molestias que ocasiona, sino por la amenaza real para la salud pública que representa el virus del Nilo Occidental (VNO), una enfermedad transmitida por la picadura de este insecto, que en 2024 dejó 36 casos en Extremadura y ha causado tres muertes. Se trata de la segunda comunidad más afectada de España, solo por detrás de Andalucía.

Buena parte de esos contagios se concentraron en municipios de esta comarca de la provincia pacense, donde confluyen factores propicios para la proliferación del vector: humedad, zonas de regadío y temperaturas elevadas. Localidades como Santa Amalia, Entrerríos, Hernán Cortés, Zurbarán, Vivares, Valdehornillos o Medellín notificaron casos el pasado año, varios de ellos graves.

Lucha intensiva

La preocupación no es nueva. Desde hace cuatro años, los ayuntamientos de la zona vienen aplicando tratamientos periódicos para contener la población de mosquitos. Lo que comenzó como una respuesta a las molestias ciudadanas se ha convertido en una medida sanitaria. 

En 2021, la Diputación de Badajoz activó un plan específico en Vegas Altas con el objetivo de identificar zonas de cría, establecer protocolos de control y fomentar la prevención. Desde entonces, la institución provincial cubre el 70% del coste de los tratamientos, mientras que los consistorios asumen el resto.

«Llevamos varias campañas aplicando los tratamientos y ha quedado probada su eficacia, aunque este año hemos comenzado antes», afirma Raquel Castaño, alcaldesa de Santa Amalia, uno de los municipios más afectados. «Hacemos dos tipos de intervención: uno larvicida y otro adulticida. Veníamos comenzando a finales de junio o principios de julio, pero nos hemos adelantado a mayo. El objetivo es que haya menos mosquitos que el año pasado una vez llegue julio», explica.

Los tratamientos se aplican principalmente en las inmediaciones de los núcleos urbanos, sobre todo en cultivos de maíz, arroz o tomate, pero también en jardines y otras zonas verdes.

Refuerzo autonómico

A esta estrategia se ha sumado recientemente la Junta de Extremadura, que ha activado una línea de ayudas dirigida a municipios de menos de 20.000 habitantes y entidades locales menores. El objetivo es reducir el riesgo de transmisión y contener el avance del virus.

En concreto, la Junta destinará este año 265.000 euros a los trabajos, mientras que la Diputación de Badajoz invertirá 215.000. En total, serán unos 470.000 euros los que se movilicen para combatir la proliferación del mosquito en zonas sensibles como Vegas Altas. Un dato relevante: más del 60% de los municipios que notificaron contagios en 2023 repitieron casos en 2024.

Más del 60% de los municipios que notificaron contagios en 2023 repitieron casos en 2024

En Medellín, otra de las localidades afectadas por este virus, su alcalde, Rafael Mateos, expresa la «preocupación» que genera esta problemática, ya no solo por salud pública, sino también por su impacto en la actividad agrícola y el bienestar general de sus vecinos. «Es fundamental implementar sistemas que faciliten la reducción del número de estos vectores». En su caso, además de las zonas de regadío, se suma el paso del río Guadiana a escasos metros del pueblo. Destaca proyectos como VECTOR-EX, que permitirá recopilar datos precisos sobre las especies y su evolución para mejorar la toma de decisiones.

¿Qué es el virus del Nilo?

El virus del Nilo Occidental (VNO) es un arbovirus transmitido principalmente por la picadura de mosquitos del género Culex, que se infectan al alimentarse de aves portadoras del virus. Aunque la mayoría de las personas infectadas no presenta síntomas o sufre únicamente un cuadro leve de fiebre, dolor de cabeza o erupciones cutáneas, en ciertos casos puede derivar en complicaciones graves, especialmente en personas mayores o con el sistema inmunológico debilitado.

Las campañas de prevención y control vectorial son esenciales para minimizar el riesgo de propagación del virus

La transmisión se produce casi exclusivamente a través de la picadura del mosquito infectado; no hay contagio directo entre humanos. Por ello, las campañas de prevención y control vectorial son esenciales para minimizar el riesgo de propagación del virus. Estas medidas se enfocan en reducir la población de mosquitos y evitar sus zonas de cría.

De esta forma, desde las localidades afectadas creen que la implicación de las istraciones y la anticipación en los tratamientos serán claves para frenar la expansión del virus. A ello se suma la necesidad de concienciar a la población sobre medidas preventivas para ofrecer una respuesta coordinada ante la amenaza de este vector en la región.