Una referente en la ciudad

¿Quién no le ha comprado una flor en Mérida a Maribel?

Lleva 19 años al cargo de la mítica Floristería Acacia, un céntrico negocio que en esta semana de Todos los Santos se convierte en punto de visita obligado de numerosos emeritenses. Rosas, crisantemos, margaritas, claveles y lirios llenan los ramos de la popular florista, que no para desde hace unos días

Maribel posa para este diario en su céntrica floristería.

Maribel posa para este diario en su céntrica floristería. / JORGE ARMESTAR

Alberto Manzano Cortés

Alberto Manzano Cortés

Mérida

Después de una mañana de muchísimo ajetreo, en la mítica Floristería Acacia (situada en la calle Alonso Zamora Vicente, en Mérida) guardan un rato para charlar con El Periódico Extremadura de cómo le está yendo al negocio su «semana grande», la de Todos los Santos. Ardua tarea la que afronta para que el viernes todo esté a punto en el cementerio de la capital regional. La propietaria del establecimiento, Maribel Sánchez, contesta con amabilidad a las preguntas. «¿Qué si tenemos trabajo? No paramos ni un segundo. Desde la semana pasada comenzaron los pedidos. Los días más complicados vienen ahora». Su frescura y su alegría con los clientes son dos de las características que comparte con las flores, que vende desde hace 19 años en su propia tienda, en el centro de la ciudad. Antes estuvo otros 15 trabajando en diferentes floristerías. «Cuidamos con bastante cariño los encargos de la clientela y por eso seguimos funcionando tan bien», narra con una sonrisa, para quien cada uno de los trabajos es especial. No se queda con uno en concreto porque «todos son únicos y especiales», subraya la florista.

Estos días las rosas, las margaritas, los claveles, crisantemos, lirios... son las flores protagonistas en ramos, centros o jardineras. «Me gusta innovar y ponerles color a las creaciones florales que nos solicitan. La gente mayor tiene unos gustos más clásicos, aunque los que van cogiendo el relevo de los familiares se anima más a flores alegres y primaverales», destaca. «Por estas fechas, todo el mundo pone flores. Serán más o menos, pero todo el mundo hace ese esfuerzo», comenta. Y la verdad es que en Emérita Augusta las tumbas, nichos y panteones están profundamente adornadas.

Maribel junto con algunas de sus flores.

Maribel junto con algunas de sus flores. / JORGE ARMESTAR

Al entrar en este local, cualquiera percibe su amor por las plantas. «Aquí estoy muy feliz. Me encanta mi profesión y hablar con la gente», confiesa con un orgullo inmenso. Sin duda, ella puede presumir en ser una experta en ramos, centros y jardineras porque las mejores flores siempre son para Maribel.

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