Los técnicos de la Junta confirman las reticencias de la UE al proyecto de Tierra de Barros: "No quieren nuevos regadíos"

Los técnicos de la Junta de Extremadura han iniciado este miércoles la ronda de comparecencias en la comisión parlamentaria que investiga el regadío de Tierra de Barros, por la que en los próximos 10 meses pasarán más de 70 altos cargos políticos, funcionarios, alcaldes, regantes e incluso representantes europeos para arrojar luz sobre un proyecto que se anunció en 1999 y que todavía hoy carece de certezas.

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El jefe de Unidad Territorial de Infraestructuras Rurales y Regadíos de Badajoz, José María Carrasco López, de la Consejería de Agricultura; y el jefe de Sección de Regadíos de la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural, Julián Gutiérrez Sánchez, han sido los primeros en responder a las preguntas de los grupos. En líneas generales, ambos han defendido la viabilidad técnica del proyecto y han puesto de manifiesto tanto las desavenencias políticas como los recelos de la Unión Europea, que "no quiere nuevos regadíos".

Negativas del ministerio

A esta primera sesión también estaban llamados a comparecer dos funcionarios del Ministerio de Agricultura (el subdirector general de Programación y Coordinación y el jefe de servicio de la Subdirección General de Dinamización del Medio Rural), que se han excusado argumentando falta de obligación legal: al tratarse de una comisión parlamentaria sin vinculación judicial, no es obligatorio para ninguno de los comparecientes responder a la citación.

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Los técnicos autonómicos han defendido la viabilidad del proyecto desde el punto de vista técnico y han atribuido los reiterados retrasos a las desavenencias políticas. Aseguran que desde el año 2012 se viene trabajando "al mismo ritmo" en el regadío de Tierra de Barros, con momentos de "más ánimo" y otros de menos, siempre dentro de las dificultades que entraña sacar adelante un proyecto con más de 300 millones de euros de presupuesto.

Sequía y contaminación

Gutiérrez Sánchez, con más de 20 años de experiencia en regadíos, ha puesto de manifiesto los recelos de la Unión Europea a este tipo de infraestructuras: la contaminación del agua por nitratos, la declaración de impacto ambiental y la escasez de recursos hídricos son las tres cuestiones que en el caso de Tierra de Barros, "descuadran" a Bruselas.

"Podemos contar la verdad que contemos, pero ya la credibilidad la tienen entre comillas", ha asegurado ante la comisión, informa Europa Press. Frente a la postura de la UE, el técnico defiende que con la aportación de aguas superficiales de los embalses de Alange y Villalba se podría reducir la contaminación por nitritos del acuífero de Barros.

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Sobre la escasez de recursos hídricos, lo circunscribe al ciclo de sequía que se vivía en ese momento y en el caso concreto de Alange (durante los últimos años incluso por debajo del 15% y ahora tras las abundantes lluvias al 35% de su capacidad), apunta que junto al abastecimiento a Mérida su principal uso es el cumplimiento del Convenio de la Albufeira, que obliga a que el río Guadiana llegue a la frontera portuguesa con unos caudales ecológicos establecidos.

Viaje a Bruselas

El Grupo Popular, que solicitó la comparecencia de este funcionario, ha incidido en un viaje que realizó a Bruselas el 11 de octubre de 2022 para defender el proyecto. Su portavoz, Bibiano Serrano, le ha preguntado si no sabía que en ese momento el proyecto estaba ya "suspendido y pendiente de multitud de alegaciones", a lo que el técnico ha respondido que no tuvo conocimiento de tal circunstancia porque en su departamento "seguían rodando".

Además, ha insistido en que desconocía que el asunto tuviera una trascendencia definitiva para que el proyecto contara o no con financiación europea. "Creía que eran matices de algún trámite ambiental, de algún trámite de nitrato y fuimos a defender un poco la postura", ha señalado.

Serrano ha argumentado que desde la Junta "sacaron" el proyecto del PDR porque era una "condición sine qua non" de la Unión Europea para aprobar el PDR, y que el entonces presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, se había "comprometido a no comentar el proyecto hasta que se solucionasen todas las dudas" que Bruselas mantenía sobre el regadío. Por ello, en declaraciones posteriores a esta primera sesión, afirma que los socialistas "engañaron" no solo a los regantes y la ciudadanía extremeña, sino también a los propios funcionarios de la Junta.