310.000 metros cúbicos de agua desembalsados

Jarandilla se restablece del susto por las inundaciones y llama a la calma

La rotura de una balsa de riego provocó, este lunes, importantes daños en un tanatorio, una nave del almacenaje y y un taller y una treintena de vehículos

El alcalde del pueblo recuerda que el accidente ocurrió a la entrada del pueblo y que el grueso de la población ya ha vuelto a la normalidad

Daños provocados por la rotura en la balsa.

Daños provocados por la rotura en la balsa. / TONI GUDIEL GIRONA

Cáceres

Algo más de 24 horas después de la inundación provocada por la rotura parcial de una balsa de riego -conocida como charco de La Maricana- de Jarandilla de la Vera, la localidad cacereña se recupera del susto y llama a la calma. "El pueblo no está inundado, sigue su curso y sigue viviendo", recuerda el alcalde del municipio, Fermín Encabo.

Fue en la madrugada de este lunes cuando la bóveda de hierro sobre la que se levanta la presa cedió, por causas que todavía se desconocen, y el agujero formado dio paso a una importante riada que desembalsó los 310.000 metros cúbicos de agua acumulados.

Daños provocados por la rotura en la balsa.

Daños provocados por la rotura en la balsa. / TONI GUDIEL GIRONA

Construida sobre un arroyo

Y, ¿por qué una bóveda? Pues porque dicha balsa fue construida sobre el arroyo que le da nombre. Un punto importante, pues el regidor recuerda que, dentro de lo malo, fue un agujero el que motivó la salida del agua y no la rotura del muro de la presa. "Si hubiese sido así, estaríamos hablando en otros términos", dice Encabo.

Sea como fuere, el desbordamiento provocó daños en el tanatorio, en una nave que se utilizaba como almacén y, especialmente, en talleres El Cristo, cuyos propietarios, el matrimonio formado por Francisco Núñez y Mari Ángeles Delsaac, que viven encima, tuvieron que ser desalojados por los bomberos, ante el peligro de que el agua entrara en su vivienda o afectara a los cimientos.

Además, una treintena de coches, muchos pendientes de reparar en el citado taller, fueron arrastrados y empotrados contra el muro del tanatorio.

La balsa nutre a 360 hectáreas y 120 familias

Por otra parte, se hallan los agricultores de tabaco y de pimentón que encuentran en la charca su abastecimiento; la presa nutre a 360 hectáreas de cultivos de los que viven unas 120 familias.

Sobre esto, según ha confirmado el alcalde a este diario, la tarde de hoy tendrá lugar una reunión entre la comunidad de regantes -que se encarga de la gestión de la balsa-, el ayuntamiento y el consejero de Agricultura, José Antonio Echávarri.

Agujero en la balsa de riego.

Agujero en la balsa de riego. / TONI GUDIEL GIRONA

Agilizar las obras de reparación

El objetivo es determinar si existe la posibilidad de agilizar las obras de reparación para poder utilizar la charca para la próxima campaña. Existe una alternativa, explica Fermín Encabo, que es utilizar otra charca que se ha construido recientemente. Eso sí, la viabilidad de esta opción está en duda por su menor capacidad, que sería insuficiente para abastecer a todos los cultivos.

A la espera de conocer las conclusiones del encuentro, Encabo pide calma y recuerda que la localidad sigue su funcionamiento. "Algunos hosteleros me han dicho que les están cancelando reservas porque la gente piensa que el municipio está inundado", explica el regidor.

Sin quitar hierro al asunto, aclara que el accidente tuvo lugar a la entrada del pueblo, en una zona que limita con el casco urbano, por lo que el agua no ha afectado al grueso del municipio donde los vecinos, aún impactados ante lo ocurrido y, sobre todo, lo que podría haber sido, han retomado este martes la normalidad.

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