Lengua azul en Extremadura: "Esta situación se va a llevar a muchos ganaderos por delante"

José Antonio Pinilla ya acumula «46 madres y 73 corderos muertos» de un total de 200 animales en su explotación ovina de Alconchel. Con estos datos no solo tiene un presente desolador, tiene además un futuro bastante incierto: sus planes están por los suelos. «Es muy duro levantarte por la mañana y pensar en lo que te vas a encontrar cada día». Describe escenas difíciles de reproducir. Por ello, José Antonio fue uno de los ganaderos que se sumó ayer a la primera concentración organizada por UPA-UCE contra el avance de la Lengua Azul por Extremadura, una enfermedad que ya llega a los 700 focos confirmados por el Ministerio de Agricultura, y que muy posiblemente aumentará a medida que los análisis determinen nuevos casos, como teme el sector. 

La protesta tuvo lugar en Villanueva del Fresno (municipio muy afectado) con el fin de alertar de la propagación de la lengua azul por la región y denunciar la «falta de medidas» del Gobierno regional. «Estamos teniendo una gran cantidad de muertes, lo mismo de ovejas que de corderos. Una situación totalmente insostenible, sobre todo para las pequeñas explotaciones, entre la cantidad de animales que perdemos y el dinero que gastamos en medicamentos sin conseguir prácticamente ningún resultado». «Pedimos ayudas, las necesitamos», manifestó José Antonio Pinilla.

«Una indefensión total»

Otro ganadero, Alfonso Huerta, gestiona una explotación de tamaño medio en el término de la Roca de la Sierra (Badajoz). Ha tenido «mucha mortandad de las ovejas paridas, de las que van a parir y de los corderos recién nacidos». Esta situación «nos deja en una indefensión total, sobre todo ahora con la restricción de movimientos: tampoco podemos sacar ni corderos ni terneros. Así se asfixian las explotaciones. La istración tiene que tomar alguna medida, algún convenio, para que podamos empezar a movernos».

Alfonso Huerta cree que a partir del día 15 podría levantarse esa restricción, «pero con la obligación a partir de esa fecha de vacunar de los tres serotipos, cuando solo hay dosis del serotipo 3 y 4, pero no del 1». Por tanto, no podrían salir los terneros, «que tendrían que esperar dos meses desde que finalice la infección del mosquito».

Mientras tanto, José Antonio Pinilla ya está criando 16 corderos a leche porque unas madres han muerto y otras no pueden amamantarlos por las heridas en las ubres (las fiebres afectan al ovino en distintas partes del cuerpo). También ha comprado pienso especial para sacar adelante los corderos. En cuanto a la vacunación, algunas ovejas que se habían curado están recayendo. Calcula unas pérdidas «de 12.000 euros como mínimo» y está convencido de que habrá más. A ello hay que sumar lo que dejará de ganar en la campaña. «He tenido que sacar a las madres los corderos ya muertos de dentro», dice pesaroso. «Contaba con una paridera muy buena prevista para antes de Navidad y esas cuentas han desaparecido».

Espera, además, que se tengan en cuenta semejantes circunstancias en el cómputo obligado de corderos de cara a las subvenciones de la PAC. «De todos modos, esta situación se va a llevar a muchos ganaderos por delante, yo me lo estoy planteando, es muy duro ver lo que hay cada mañana», confiesa José Antonio.

«Los ganaderos se arruinan»

El secretario general de UPA - UCE Extremadura, Ignacio Huertas, lamentó ayer la expansión de la lengua azul, «que está diezmando las explotaciones por toda Extremadura», y criticó «la falta de actuación de las istraciones». «Los ganaderos se arruinan por la mortalidad de los animales, porque están asumiendo las pérdidas de las restricciones de los movimientos, y porque deben costear los tratamientos, las desinsectaciones y hasta la vacunación». 

Mientras esto ocurre y los ganaderos «nos desesperamos», agrega Huertas, «la Junta mira para otro lado, cuestiona la mortalidad de los animales, echa balones fuera diciendo que es responsabilidad del Ministerio de Agricultura, y en definitiva está llegando tarde al problema».

«Lo que pedimos es que la Junta actúe», subraya. «Mientras la lengua azul se desboca por Extremadura, y ya tenemos todos los serotipos que existen en España, mientras siguen muriendo animales porque la vacuna no lograr frenar la enfermedad, no puede ser que la Consejería de Agricultura no tenga vacunas suficientes ni un calendario concreto para todos los serotipos, solo llegue a acuerdos de movimiento con Castilla la Mancha, y no se comprometa a poner ayudas sobre la mesa de forma inmediata». 

Huertas pide una reunión con la presidenta extremeña, María Guardiola, y le insta a «ponerse al frente del problema y las soluciones, dando ejemplo, no solo para reclamar a otros sino también para gestionar la crisis, poniendo medidas con presupuestos concretos», porque Extremadura es la región «donde más animales se mueren, más serotipos hay y más restricciones de movimientos sufrimos».

«Apoyos reales»

UPA-UCE invita a Guardiola a visitar las explotaciones para que conozca de primera mano el problema, hablando con los ganaderos. Ignacio Huertas valora las gestiones de la Junta con Bruselas para que la UE establezca una ayuda a través de los fondos de desarrollo rural, «pero no deja de ser un auncio y necesitamos apoyos reales porque muchas explotaciones no van a poder continuar».

La organización agraria seguirá con las movilizaciones si la presidenta extremeña no se sienta con ellos. Mientras, continuará con sus asambleas para informar a los ganaderos de la lengua azul, «porque se están jugando su medio de vida y el futuro de sus familias».