Denuncia del colectivo

Pacma pide al Seprona investigar un acto de caza con perros por posible maltrato animal en Malpartida

Según la formación animalista, la actividad, prevista para este sábado 31 de mayo, expone a animales indefensos a "situaciones de estrés, agonía y muerte ante la mirada del público"

Perros de caza.

Perros de caza. / Europa Press

Gonzalo Lillo

Gonzalo Lillo

Cáceres

El Partido Animalista Con el Medio Ambiente (Pacma) ha presentado una denuncia ante el Seprona de la Guardia Civil contra una actividad programada este sábado 31 de mayo en la localidad cacereña de Malpartida de Cáceres por un posible delito de maltrato animal. La denuncia, firmada por la coordinadora de la formación animalista en Extremadura, María José Germán, solicita la suspensión inmediata de la exhibición y la apertura de una investigación.

El acto, enmarcado dentro de las celebraciones del 'Día del Cazador', contempla la suelta de conejos domesticados en un espacio cerrado, sin posibilidad de escapatoria, para ser cazados por perros ante público general, incluidos menores. Según la documentación aportada por Pacma, los animales carecen de mecanismos de defensa o huida, lo que provoca sufrimiento extremo y una muerte asegurada.

“La situación es absolutamente incompatible con cualquier interpretación ética o legal de la actividad cinegética”, ha declarado el partido animalista, que subraya que los animales utilizados no son silvestres y no deberían ser expuestos a este tipo de prácticas.

Pacma recuerda que tanto la Ley 5/2002 de Protección de Animales de Extremadura como la reciente Ley estatal 7/2023 sobre los derechos y el bienestar animal prohíben espectáculos que impliquen maltrato o sufrimiento para los animales. Asimismo, advierten de que podría haberse vulnerado el artículo 340 bis del Código Penal.

Además de solicitar al Seprona la paralización del evento, exigen el decomiso de los animales y su traslado a centros de protección, al considerar que se trata de un ejemplo más de cómo ciertos espectáculos, amparados por la tradición o la exhibición pública, "normalizan la violencia contra los animales, incluso ante la mirada de niños y niñas", concluyen.

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