Raíces centenarias

Turismo arbóreo: los árboles singulares de la provincia de Cáceres y su ubicación

El territorio cacereño conserva un legado natural con ejemplares que rozan el milenio de antigüedad, de belleza singular, supervivientes de épocas pasadas, ligados a la historia popular de un pueblo y convertidos en símbolos nacionales, como La Terrona, considerado uno de los árboles más importantes de España

La encina La Terrona, en la dehesa de  Zarza de Montánchez.

La encina La Terrona, en la dehesa de Zarza de Montánchez. / Turismo Extremadura

Juan Moriano

Juan Moriano

Cáceres

El patrimonio arbóreo de la provincia de Cáceres está formado por especies singulares que son un elemento identificador del paisaje cultural, así como una oportunidad para el turismo de naturaleza. De hecho, son varios los festejos cacereños donde un árbol es la imagen o la principal razón de ser de una celebración como es el caso de la Fiesta del Árbol de Villanueva de la Sierra, del Almendro en Flor de Garrovillas de Alconétar o el Cerezo en Flor del Valle del Jerte. 

La Junta de Extremadura es la encargada de conceder la distinción de ‘árbol singular’ con la finalidad de contribuir con la garantización de la conservación de determinados ejemplares con valores singulares, monumentales o históricos. Las formaciones arbóreas deberán cumplir alguna de las siguientes características para conseguir la declaración: la rareza en distribución o número, así como por las particularidades de su desarrollo o por su ubicación; las medidas excepcionales dentro de su especie, edad o por sus particularidades científicas o estar relacionados con eventos culturales, populares o relacionados con la historia.

La provincia tiene en su haber ejemplares singulares de especies frondosas, coníferas, cultivadas y ornamentales o arboledas. 

Frondosos

El ‘Alcornoque de la Dehesa’ se encuentra en Belvís de Monroy y su edad estimada es de 250 años. El árbol se sitúa en la dehesa boyal, en una vaguada a unos 25 metros de un arroyo. Según la publicación de ‘Árboles Singulares de Extremadura’ de la Junta de Extremadura, si fuera comparado con otro alcornoque de mayor tamaño de la región, se podría pensar que su distinción está menos justificada por sus dimensiones, no obstante «siendo más joven que los ejemplares más destacados, sus valores biométricos y su estado de conservación, ya lo sitúan entre los alcornoques más valiosos de Extremadura».

Aldeanueva del Camino cuenta con un árbol singular, el ‘Alcornoque de la Fresneda’ que tiene aproximadamente 400 años. El ejemplar se encuentra junto al margen derecho de la carretera que va a Valdelamatanza (Salamanca), a un kilómetro y medio de la localidad cacereña. A pesar de estar situado al borde de una vía, «era un gran desconocido hasta poco antes de su protección». 

Desde la carretera también se puede divisar, pero en este caso la que va de Higuera de Albalat a Romangordo, ‘El Alcornoque de los Cercones’, ya que está a unos 75 metros de la misma. El ejemplar se encuentra a 1200 metros del casco urbano de Higuera y tiene uno 350 años. «Ejemplar bellísimo y monumental, que contrasta enormemente con el cercano Alcornoque del Venero», aprecian en el citado documento.

El Alcornoque del Venero’ recibe su nombre por la abundancia de manaderos de agua. «El mismo ejemplar vegeta en el borde de una pequeña parcela que mantiene un venero de agua que aflora por debajo del árbol». El ejemplar, con una edad estimada de 350 años, se encuentra en la salida de Romangordo en dirección a Higuera de Albalat, poco antes de la entrada a la finca El Frontal. 

La especie singular de Mirabel se llama ‘Padre Santo’. El nombre le viene por su tamaño, puesto que se trata del alcornoque más grande de la dehesa boyal y cuenta con alrededor de 350 años. «Una vista panorámica desde el mirador del castillo mostrará también el tamaño del ejemplar en contraste con los árboles de su entorno».

En pleno corazón de Monfragüe, Serradilla, se encuentra el ‘Almez de Lugar Nuevo’ con una edad estimada de 200 años. «Durante mucho tiempo este ejemplar permaneció como uno de los grandes secretos del Parque Nacional, pese a su cercanía a Villarreal de San Carlos», señalan en la publicación de ‘Árboles Singulares de Extremadura’.

La ‘Encina de Solano’ debe su nombre a Sebastián Solano, un antiguo propietario. La especie singular tiene alrededor de 500 años y en el siglo XX se repartió la propiedad de la parcela donde se encuentra entre el suelo y el vuelo de este árbol, «algo muy habitual en Extremadura desde la Edad Media». La encina se encuentra en Valdefuentes en el paraje de Juncoso, donde «destaca, aislado, este ejemplar».

Con la misma longevidad que el anterior está la encina ‘La Nieta’ situada en el paraje el Canalón de Torre de Santa María. El árbol es visible desde la rotonda de la carretera Cáceres-Miajadas que da salida a la citada localidad y a Zarza de Montánchez. Un ejemplar que según la guía no da una idea de su tamaño hasta que no estás junto a ella, «estamos hablando de una encina de la categoría de la ya desaparecida Marquesa o de las gigantescas encinas del Romo y el Rañal». 

En Zarza de Montánchez se encuentra un ejemplar con unos 800 años, la encina ‘La Terrona’. Para llegar hasta dehesa donde está situada, los interesados deben buscar el antiguo camino de La Cumbre que comienza junto a la piscina municipal de la localidad. Una vez en el lugar, podrán observar el que «puede considerarse el árbol más valioso de Extremadura, uno de los más importantes de España y, por lo que sabemos en la actualidad, la mayor encina del país y posiblemente de Europa».

«En Extremadura no hay otro lugar donde los madroños alcancen el desarrollo que podemos observar en Las Hurdes» y en esta comarca se encuentra uno con la distinción de árbol singular, la ‘Madroña de Guijarroblanco’. El ejemplar (250-300 años) se encuentra en un valle que tiene el mismo nombre y dentro del término municipal de Pinofranqueado. 

El ‘Mesto de la Dehesa’ o ‘El Nesto’ tiene una edad estimada de 200 años y se encuentra en la dehesa boyal de Berzocana. El árbol singular tiene «una corteza similar a la del roble y su porte destaca sobre todas las encinas, casi como un roble».

Aunque El Nesto no es el único árbol singular de Berzocana, el ‘Roble de La Nava’ también cuenta con la misma distinción. El ejemplar tiene unos 400 años y se encuentra en un paraje que tiene el mismo nombre que el ejemplar, dentro de una propiedad privada. 

Barrado cuenta también con un roble singular y con uno de una edad estimada de 300 años, el ‘Roble Grande de La Solana’. El ejemplar se halla en el Collado de la Paula «un lugar de una gran belleza, que tradicionalmente era utilizado para el descanso de las cuadrillas que trabajaban en el monte y que recibían su paga bajo la copa de este árbol. Esto debió de salvarle del hacha».

Por su parte, el ‘Roble de Prado Sancho’ se localiza en un pequeño enclavado particular de difícil junto al arroyo de la Lobera (Cabezuela del Valle). El árbol, que cuenta con una edad estimada de 400 años, «que de no ser por el Roble de Romanejo sería indiscutiblemente el más destacado ejemplar de Extremadura para su especie».

El Roble de Romanejo, en Cabezabellosa.

El Roble de Romanejo, en Cabezabellosa. / Guía de 'Árboles Singulares de Extremadura'

De hecho, el ‘Roble de Romanejo’ es un «símbolo vivo del paisaje serrano, como La Terrona lo es de la dehesa». El ejemplar tiene alrededor de 600 años, está situado en Cabezabellosa y es conocido por dos nombres: Roble del Acarradero, puesto que bajo su copa se agrupaba el ganado de la finca y Romanejo, el «más popular», debido a «las tumbas antropomorfas talladas en las rocas de las proximidades y que la tradición local atribuye a una cultura anterior a la Romana».

En la sierra de Villanueva de la Vera se encuentra probablemente el «mejor conjunto de robles rebollos de Extremadura» y entre ellos se encuentra el ‘Roble del Saltadero’. El árbol está situado en una ladera de acusada pendiente y tiene una edad estimada de 400 años.

Coníferas

El ‘Enebro de Carrascalejo’ se trata de un «enebro monumental por su biometría, lo que le sitúa entre los más importantes de la Península Ibérica». El árbol singular de Carrascalejo (300-350 años) se localiza en una finca del paraje Las Ventas.

El Enebro de las Mestas se encuentra en pleno casco urbano de la alquería de Ladrillar.

El Enebro de las Mestas se encuentra en pleno casco urbano de la alquería de Ladrillar. / Guía de 'Árboles Singulares de Extremadura'

Aunque si de enebros se trata, el ‘Enebro de las Mestas’, también conocido como ‘El Pino’, es uno de los «más notables de España». El árbol singular tiene una edad estimada de 350-400 años y se encuentra en pleno casco urbano de la alquería de Ladrillar. De hecho, «en 1928 la fotógrafa estadounidense Ruth Matilda Anderson fotografió la localidad» desde donde hoy se encuentra la hospedería y en la imagen se aprecia el ejemplar. 

Cultivadas y ornamentales

Los ‘Castaños de Calabazas’ se encuentran en Castañar de Ibor dentro de « uno de los parajes de mayor belleza paisajística de la comarca». Los árboles singulares con una edad estimada de 700 años se disponen a lo largo de la garganta de Calabazas. 

El Castaño de la Escarpia se encuentra en el paraje de Los Berruecos dentro del término municipal de Casas del Monte.

El Castaño de la Escarpia se encuentra en el paraje de Los Berruecos dentro del término municipal de Casas del Monte. / Guía de 'Árboles Singulares de Extremadura'

Por su parte, el ‘Castaño de la Escarpia’ posee una edad estimada de más de 800 años y se encuentra en el paraje de Los Berruecos en el término municipal de Casas del Monte. Tanto el Valle del Jerte como el de Ambroz fueron zonas de actuación de partidas de guerrilleros durante la Guerra de la Independencia a principios del siglo XIX. Como venganza por los ataques las tropas sas saquearon y quemaron caseríos. «Cuentan que refugiados de varios de estos pueblos huyeron a la sierra y acamparon bajo el castaño más grande, que se llenó de escarpias donde colgaban sus enseres, conociéndose desde ese momento como Castaño de la Escarpia». Independientemente de su el hecho es real o no, «es un ejemplar único». 

Los ‘Castaños del Cobijo’ o del ‘Soto’, que cuentan con una edad aproximada de 600 años, se encuentran en San Martín de Trevejo. «El Castañar O´Soitu o El Soto es uno de los lugares de mayor riqueza botánica de Extremadura con una rica flora de origen atlántico que se mantiene aquí de manera relicta». 

En Segura de Toro se hallan los ‘Castaños del Temblar’ donde «se fraguó el amor por los árboles en Diosdado Simón, el pionero en el estudio y conservación de los viejos ejemplares de Extremadura». Los castaños, con una edad estimada de 700 años, están en el paraje del Arroyo del Temblar. 

En el siglo XV unos vecinos de La Asperilla (despoblado actual), situado junto al río Jerte, «decidieron quedarse a vivir en unas casas de campo utilizadas como sequeros de castañas a los pies del castañar de San Bernabé. Nació así Casas del Castañar». En aquella época ya «eran buenos» los ejemplares de San Bernabé que hoy son declarados como árboles singulares. Los ‘Castaños de San Bernabé’ tienen una edad estimada de más de 800 años.

El ‘Cedro de Gata’ está situado en el casco urbano de Gata y cuenta con una edad estimada de 130-150 años. Según la guía de ‘Árboles Singulares de Extremadura’, en los años 70 del siglo XX el ejemplar «estuvo a punto de ser vendido para usar su madera en la fabricación de lápices, por fortuna ya era un árbol muy valorado y finalmente fue respetado». 

En Villanueva de la Sierra, en un jardín particular, se encuentra el ‘Magnolio de los Durán’. La casa de los Durán fue «mandada construir en 1867» y esa es la fecha aproximada de la plantación del ejemplar que seguramente es «el más valioso para su especie en Extremadura».

En el interior del Jardín Botánico de Coria se encuentra ‘El Plátano del Vivero’ que tiene una edad estimada de 120 años. El plátano de sobra es un «auténtico superárbol», siendo «muy resistente a la contaminación, de rápido crecimiento, capaz de soportar las podas más extremas y de una indudable belleza».

Arboledas

El ‘Abedular del Puerto de Honduras’ es la «única manifestación extremeña que adquiere una estructura y una composición florística de tipo eurosiberiano que recuerda, salvando las distancias, a los abedulares del norte de España». El ejemplar se localiza en el término municipal de Gargantilla y cuenta con una edad estimada de 100 o 150 años. 

El loro es una especie relicta y en la región extremeña aún es posible localizar a las «formaciones emparentadas con las famosas laurisilvas canarias en Las Villuercas e Ibores, donde se concentra la mayor parte de la población de la España peninsular». Según la publicación, la mejor manifestación de la especie en la citada zona está en la Garganta de la Trucha, la ‘Lorera de la Trucha’. El árbol singular situado en el término municipal de Alía tiene una edad estimada de 100-150 años y con cepas de más de 200.

Los Tejos de Escobarejo, en Losar de la Vera.

Los Tejos de Escobarejo, en Losar de la Vera. / Guía de 'Árboles Singulares de Extremadura'

En el caso de los ‘Tejos de Escobarejo’, un individuo supera los 900 años. Los árboles singulares se encuentran dentro del paraje Barrerón de Escobarejo (Losar de la Vera). 

Por último, los ‘Tejos del Cerezal’ fueron declarados como «árboles singulares por tratarse de la agrupación de ejemplares de esta especie mejor conservada de la región, mereciendo por ello una mayor protección», apunta la página Turismo Cáceres. Los ejemplares se encuentran junto al arroyo del Cerezal, dentro del término municipal de Nuñomoral. Desde el mirador de Los Tejos, se observan la panorámica de la ladera donde se encuentran los árboles singulares.

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