Siro Sánchez-Escobero, abogado de Cáceres: "Los divorcios a los tres meses son un fracaso de nuestra sociedad"

Siro Sánchez-Escobero Fernández lleva 23 años ofreciendo sus servicios como letrado en Cáceres y en el resto del país. Criado en una familia de abogados, cuenta con gran experiencia en la defensa y el asesoramiento jurídico, con una amplia especialización en materias como el derecho de familia, derecho bancario, derecho civil y derecho penal. En la actualidad, dirige en la capital cacereña el prestigioso despacho de abogados ‘Fernández Blasco & Sánchez-Escobero’ que fundó su madre en 1983.

Pregunta: En primer lugar, ¿qué le llevó a especializarse en múltiples áreas del Derecho?

Respuesta: Provengo de una familia de abogados, mi abuelo, mi padre y mi madre, por lo que siempre me he manejado en el mundo jurídico. Comencé en el despacho de mi madre, que es el que tengo actualmente, especializado en derecho de familia, así que acabé optando por ahí, y el resto es de mi cosecha, porque me interesan otras áreas y porque en Cáceres, aunque ahora ya se va tendiendo más a la especialización, hace 20 años no se vivía solo de los divorcios y había que ser un poco multidisciplinar.

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P: Su madre, Mercedes Fernández Blanco, fallecida recientemente, ha tenido una exitosa trayectoria en la ciudad como abogada especialista en derecho de familia. ¿Qué ha supuesto para usted su figura?

R: Todo. Aparte de ser mi mentora, era una persona muy luchadora, que sacó cuatro hijos adelante y no solo luchó por su familia y su profesión, sino también por los derechos de la mujer, siendo una pionera en Cáceres. Fue directora jurídica del Instituto de la Mujer durante muchos años y recorrió Extremadura y parte de España dentro de la Federación Estatal de Mujeres Abogadas. Era una excelente abogada de familia y siempre me enseñó lo que sabía sobre el derecho y, sobre todo, a ser honrado y generoso. Objetivamente, creo que debería tener mucho más reconocimiento porque ha sido un ejemplo de lucha, de persistencia y ha ayudado a miles de mujeres.

P: ¿Cómo se define como letrado?

R: Práctico. Me gusta ayudar y solucionar problemas de la gente sin enredarme en discusiones jurídicas, problemas legales o en estar todo el día en el juzgado. Soy conciliador, intento siempre llegar a acuerdos, y muy honrado, siempre intento decir la verdad y, si no te gusta, te puedes ir.

P: ¿Cuál diría que es el caso más complejo al que se ha enfrentado?

R: Diría algún procedimiento de violencia de género grave o de grandes palizas. Sobre todo algunos procedimientos penales escabrosos que pueden llegar a afectarte. Me siento muy orgulloso de un procedimiento penal que llegó al Supremo y se identificó como delito de revelación de secretos tras años de lucha. Los más difíciles son los que requieren un poco más de implicación emocional. No soy un abogado que busque vanagloriarse ni me gusta que los casos se hagan mediáticos porque creo que al final perjudican más que benefician y tampoco sirvo para eso. 

P: Como especialista en conflictos matrimoniales, ¿qué factores han llevado a que los divorcios estén a la orden del día?

R: Básicamente, diría que son dos. Primero, el cambio que ha habido en la sociedad. Es obvio que los modelos de familia han cambiado y el de la mujer al trabajo y la igualdad entre hombres y mujeres no tiene nada que ver con lo que era. Los roles familiares han cambiado y los procedimientos se han simplificado de forma que ya es posible divorciarse directamente. Antes la dependencia económica y los hijos hacían de aguante, pero esa mentalidad ha cambiado porque se están normalizando las guardas compartidas, lo que hace que el temor por perder a tus hijos no sea tanto. Vivimos en la sociedad de los mensajes cortos y la gente se divorcia más rápido porque a veces nos tomamos el matrimonio como un paso más después del noviazgo y se han perdido esos valores de aguantar y de lucha por la familia. Además, ahora cuesta menos y es más accesible, por lo que no hay tanto miedo al divorcio, mientras que antes era algo que estaba mal visto. Considero que esta pérdida de valores es mala y es un fracaso de nuestra sociedad que personas que se han casado a los tres meses se divorcien. Aunque también se ha avanzado mucho, antes el divorcio se basaba en la culpabilidad y había que justificar una causa, pero por suerte se modificó la Ley hace años y ya no hay que culpabilizar a nadie.

P: ¿Y qué influencia ha tenido la pandemia?

R: Ha tenido un efecto embudo. Durante la pandemia se pararon los divorcios y después colapsó el sistema judicial, por lo que aún arrastramos el retraso acumulado. Luego vino el teletrabajo, lo que ha hecho que los procedimientos se hayan demorado más. Económicamente, la pandemia hizo mucho daño y eso impedía que la gente se separase, pero los que aguantaron han empezado a divorciarse ahora.

P: En este sentido, ¿cómo se encuentra el panorama en la ciudad?

R: A nivel general, diría que en los últimos años la gente se divorcia menos. Cuanto más grande y más moderna es la ciudad, menos aguante se tiene, y Cáceres es una sociedad todavía un poco clásica y un poco pueblo, por lo que al hacerse mucha vida en familia la gente no se divorcia tanto.

P: Entiendo que son más habituales los divorcios de mutuo acuerdo que los contenciosos...

R: El mutuo acuerdo siempre es más habitual, sobre todo si das con un buen abogado especialista en derecho de familia y que sea honrado. Si eres un abogado al que lo único que le gusta es ir a pleitos para cobrar más dinero y echar leña al fuego es evidente que vamos a acabar en el juzgado, pero si haces la labor contraria se conseguirán muchos acuerdos. Por eso creo que es mejor ser conciliador, porque así tardas menos tiempo, ahorras dinero y como abogado te sientes más satisfecho y evitas muchos quebraderos de cabeza.

P: ¿Qué errores más comunes se cometen al afrontar un proceso de divorcio?

R: El principal error es el odio y el rencor hacia el otro y no diferenciar entre el rol de cónyuge y el de progenitor. Si la gente razonara y pensara más en el bien de sus hijos y menos en el suyo propio se alcanzarían muchos más acuerdos y todo el mundo sería más feliz, ya que el juzgado no beneficia a nadie. El segundo error es que solo se piensa en el ahora y no en el después.

P: ¿Y qué factores influyen en la decisión de otorgar la custodia de los hijos a una u otra parte?

R: Hemos pasado de tener un modelo de custodia monoparental, en la que habitualmente la madre tenía un 90%, a tener una custodia compartida por sistema donde para entregársela a uno u otro tiene que haber un motivo especial. El principal es la voluntad de los progenitores y la razón por la que se siguen dando custodias a favor de la madre es porque el padre no la quiere, mientras que es muy raro que una mujer no quiera tener la custodia de su hijo. En segundo lugar están los motivos laborales: el horario, la disponibilidad y, sobre todo, que no exista ningún tema de violencia.

P: ¿Hasta qué punto afecta la titularidad de una vivienda compartida en los divorcios?

R: Muchísimo. Actualmente es el factor más importante en las discusiones de los divorcios y que sirve de engaño, es decir, hay personas que luchan por la custodia sin quererlo de verdad y debajo de esa alfombra lo que subyace es que no me quiero ir de mi casa, que quiero la vivienda o que se liquide la sociedad de gananciales y se venda. Pero también se ha avanzado mucho, ya que antiguamente el uso y disfrute del domicilio familiar no tenía límite y ahora a los 18 años se extingue, y al establecerse modelos de custodia compartida la casa cada vez va siendo un problema menor. 

P: Es evidente que en la actualidad hay un problema de a la vivienda en Cáceres...

R: El problema de Cáceres con la vivienda es que se construyó mucho y desde hace unos años ya no hay tanta construcción, con lo cual hay mucha demanda de alquiler y poca oferta, los precios del alquiler han subido y se han hecho muchísimos pisos y apartamentos turísticos porque dan más rendimiento. También hace tiempo que no se hacen viviendas de protección oficial para los jóvenes, que no tienen rápido al trabajo o sus primeros empleos son precarios, por lo que difícilmente van a poder acceder a una vivienda. Además, debido a la crisis hipotecaria y al boom inmobiliario un banco no te va a dar nunca una hipoteca cuyo importe sea más del 70 o 80% de una vivienda. Por otro lado, aunque es cierto que han subido los salarios, en comparación con lo que ha subido la vida hay mucho menos poder adquisitivo y eso lo hace todo más difícil.

P: ¿Cómo valora los derechos de los arrendatarios e inquilinos ante un conflicto?

R: Hoy en día, creo que el arrendatario está muy protegido. Con la necesidad de la vivienda o los desahucios, los alquileres de vivienda habitual son muy peligrosos y eso hace que los propietarios se lo piensen a la hora de arrendar porque luego es complicado echar al inquilino, que tiene muchos derechos. Al final, Cáceres es una ciudad pequeña en la que hay grandes tenedores que tienen muchas viviendas y locales comerciales que no los alquilan porque no lo necesitan y están vacíos.

P: En muchas ocasiones, la mala gestión del testamento acaba con la pérdida de la herencia. ¿Cómo debería llevarse a cabo?

R: Toda herencia que acaba en fracaso viene porque no se han hecho bien las cosas en vida. Lo primero que recomiendo es que se haga el testamento, que cuesta 50 euros ir a un notario y no se tarda nada, y que lo hagan sin complicarse la vida. En segundo lugar, si te lo puedes permitir, en Cáceres y Extremadura hay una deducción del 95% para las donaciones y creo que lo bonito es darle las cosas a tus hijos en vida. Y sobre todo es muy importante que las personas con gran patrimonio acudan a un abogado que les asesore para evitar problemas entre los herederos y evitar impuestos, que muchas veces son los grandes problemas de las herencias con fortunas importantes.

P: Y cuando la persona ha fallecido, ¿cómo deberían actuar los familiares para evitar conflictos?

R: Lo primero es que mucha gente no tiene las cosas regularizadas en vida. Hay muchas viviendas, sobre todo en pueblos en Cáceres, en las que se han ido haciendo las cosas mal y la bola se ha hecho tan grande que ya es difícil solucionarlo. Si los padres hacen bien el testamento en vida se van a ahorrar disgustos y discusiones entre los hijos. Pero mi mayor consejo sería que solo dejaran hacer las herencias a los que heredan y no se hiciera caso a tíos, sobrinos, cónyuges, amigos y hermanos. Lo peor de una herencia son los maridos y mujeres de los herederos. Entre hermanos habrá situaciones irremediables, pero si recuerdan que se quieren y si fueran honestos con lo que sus padres han querido en vida se llegarían a acuerdos en todas las herencias.

P: En los casos penales, ¿qué factores son esenciales para construir una defensa sólida?

R: Lo primero es poder hacerte cargo de la defensa desde el minuto uno, y lo segundo y más importante es la sinceridad, no mentir a tu abogado. Después será tiempo de reunir pruebas, que es lo más importante en derecho penal.

P: ¿Qué particularidades tiene Cáceres en estos asuntos?

R: No hay muchos delitos graves. Es una ciudad tranquila, segura y los procedimientos penales son esporádicos, no hay grandes casos penales de asesinatos, no hay mucha violación, no hay muchos atracos. Sí hay violencia de género, pero el procedimiento penal estrella son las estafas por Internet. Un alto porcentaje de las denuncias que entran hoy en cualquier comisaría y cualquier juzgado de España son de personas que han sido estafadas.

P: Usted llevó la defensa del médico extremeño Marcos Maynar, acusado de tráfico de medicamentos. ¿Cómo se afronta un caso con relevancia mediática?

R: Cuanto menos ruido hagas, más se beneficiará tu cliente y evitarás la pena de banquillo, que tu cliente sea juzgado y condenado por la opinión pública o que disminuya el ruido mediático. En España desgraciadamente la presunción de inocencia a nivel mediático no existe, por eso creo que lo mejor es estar con el perfil más bajo posible porque no busco mi beneficio sino el de mi cliente.

P: ¿Y cómo cree que se terminará resolviendo?

R: Al desvincularme, desconozco cómo se encuentra la causa. Sí puedo decir que hay mucho menos de lo que la gente cree y que es más el ruido y las ganas que tienen la UCO y la Agencia Antidopaje de pillarlos que lo que realmente tienen.

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