Continúa su búsqueda

El preso fugado en Badajoz estaba a punto de obtener el tercer grado

El interno huyó este jueves por la mañana cuando participaba en una ruta senderista por el parque del río junto a otros compañeros y personal de prisiones

Hay alrededor de una veintena de actividades terapéuticas de este tipo cada año: "Nunca había pasado nada"

Parque del Guadiana en Badajoz.

Parque del Guadiana en Badajoz. / LA CRÓNICA DE BADAJOZ

Belén Castaño Chaparro

Belén Castaño Chaparro

Badajoz

Un interno del centro penitenciario de Badajoz aprovechó este jueves una salida programada de carácter terapéutico por la ciudad para fugarse. Ocurrió por la mañana y, de momento, sigue en paradero desconocido, según ha confirmado este viernes la Policía Nacional, que participa en el dispositivo de búsqueda.

El interno, según ha informado el delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, estaba a punto de obtener el tercer grado penitenciario. Este es un beneficio que se concede a reos que han cumplido parte de su condena y que han mostrado buen comportamiento en la prisión y que les permite terminar de cumplir la pena en libertad.

La fuga se produjo cuando este interno, junto a otros presos y personal de prisiones, se encontraba realizando una ruta por el parque de la margen derecha del Guadiana. Según testimonios recogidos por este diario, en un descanso, solicitó ir a los aseos públicos que hay en este paseo y desapareció. El grupo había salido de la prisión a primera hora de la mañana y los internos iban acompañados por un educador, una jurista y un funcionario de vigilancia.

Fuentes penitenciarias confirman la fuga, pero no ofrecen información sobre cómo se desarrollaron los hechos ni tampoco sobre el interno fugado, amparándose en la protección de datos. Otras fuentes consultadas señalan que se trata de un interno de mediana edad, a quien resta menos de un año de condena y que no se encuentra en la cárcel por delitos contra las personas ni es un interno considerado como conflictivo, aunque oficialmente estos extremos no han sido confirmados.

Tras percatarse de su huida, desde el centro penitenciario se dio aviso a la Policía Nacional, que alertó al resto de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado de la fuga. Desde ese momento se está trabajando para localizarlo y que reingrese de nuevo en el centro penitenciario, aunque sin éxito hasta ahora.

¿Fuga planeada?

Se manejan varias hipótesis, entre ellas, que pudiera ser una fuga planeada, es decir, que el preso ara antes de la salida a través de los teléfonos públicos de la cárcel con alguien del exterior para que lo ayudara a huir o que fuera una decisión repentina. Cuando huyó llevaba ropa deportiva, una camiseta, un pantalón corto y zapatillas.

Estas salidas programadas no son de ocio, sino que se trata de "herramientas terapéuticas" y los internos que participan son evaluados previamente para determinar si so aptos o no. "Son decisiones de carácter técnico, tienen que cumplir una serie de requisitos y que el equipo considere que es el momento adecuado y que tenga un impacto positivo en la evolución del interno dentro del centro penitenciario", recalcan fuentes penitenciarias.

Otros testimonios conocedores del funcionamiento de la prisión explican que se realizan dos cribados para seleccionar a los presos que participan en este tipo de salidas. El primero lo realizan los profesionales de la cárcel, que envían el listado a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, que vuelve a estudiar los casos uno por uno y que da el visto bueno definitivo.

20 salidas programadas al año

Estas actividades son habituales. Este año, en la cárcel de Badajoz se han organizado alrededor de una docena y a final de año serán unas veinte. "Nunca había pasado nada", aseguran estas fuentes, que, no obstante, reconoce que "siempre se asume un riesgo".

El número de presos por salida nunca supera los 15 y lo habitual es que participen "entre 8 y 10". No se ha precisado cuántos participaban en la de este jueves.

"No son internos que presentan conflictividad ni suelen salir personas con condenas por violencia de género, delitos sexuales... Además, por cualquier comportamiento que tengan, por leve que sea, que contravenga el régimen interno de la prisión, quedan excluidos automáticamente de las salidas", añaden.

La fuga constituye un quebrantamiento de condena y tiene una sanción, que habitualmente es de 6 meses de privación de libertad, que se suman a la condena que el preso tenga pendiente.

Según el delegado del Gobierno, tiene la misma consideración que cuando un preso a la que se le concede un permiso penitenciario no regresa a la cárcel en el plazo establecido.

Tracking Pixel Contents