Día de la Visibilidad Lésbica

"No descansaremos hasta que ser lesbiana deje de costar vidas"

La Casa de la Mujer y el Menor de Badajoz ha acogido un acto de reivindicación de los derechos de las mujeres lesbianas

El colectivo denuncia que una de cada diez AMPAs de los centros educativos de Extremadura se niegan a que los escolares reciban charlas y talleres LGTBI

Acto de conmemoración por el Día de la Visibilidad Lésbica celebrado ayer en la Casa de Mujer y el Menor de Badajoz

Acto de conmemoración por el Día de la Visibilidad Lésbica celebrado ayer en la Casa de Mujer y el Menor de Badajoz / Santi García

Badajoz

Una de cada diez asociaciones de madres y padres de alumnos (AMPA) de los centros educativos de Extremadura se niegan a que los escolares reciban charlas y talleres LGTBI. «Ocurre por toda la región, incluso en los pequeños pueblos. Y en las grandes ciudades como Badajoz, Cáceres o Plasencia es donde más oposición estamos encontrando. Aunque sean una minoría, buscan boicotearnos todas las actividades. Y los mayores perjudicados son sus hijos y todos los alumnos del centro educativo». Así lo ha hecho saber hoy Sara Ramos, vicepresidenta de Extremadura Entiende, en el acto de conmemoración por el Día de la Visibilidad Lésbica, que se celebra cada 26 de abril, llevado a cabo en la Casa de la Mujer y el Menor de Badajoz.

Al igual que las representantes de esta organización, otras entidades como la Fundación Triángulo y varias mujeres que querían compartir su testimonio, se han reunido con el objetivo de reivindicar los derechos de las mujeres lesbianas. «Hemos conseguido un avance, pero aún queda mucho camino por recorrer», han indicado. Aunque en Extremadura existe desde el año 2015 una ley a favor de los derechos LGTBI que ha proporcionado ciertas garantías a nivel legal y que incluye medidas para eliminar la discriminación a este colectivo, «todavía no es suficiente». «Las leyes hay que desarrollarlas y que todo el mundo las conozca y cumpla. Si no se siguen, son solo un papel inerte. Necesitamos que las clases políticas mantengan la unanimidad y que a partir de ahora se enfrente y castigue a todo aquel que siembre odio y discriminación», ha señalado Sara Ramos.

Silvia Tostado, presidenta de la Fundación Triángulo, tiene la misma opinión. «No descansaremos hasta que el hecho de ser lesbiana deje de costar vidas», ha subrayado. Silvia, al igual que Sara, se declaran «mujeres lesbianas privilegiadas». «Tenemos mujer, trabajo, hemos podido salir del armario, y lo más importante, tenemos una vida normal». «Hay compañeras que no tienen este privilegio y que solamente por su raza o creencias el ser lesbiana les supone un ataque y un riesgo real para su vida. Debemos seguir luchando por ellas, para que un día se reúnan aquí con nosotras, y por aquellas que ahora están en nuestra memoria y que han tenido que sufrir para que podamos estar hoy aquí», ha comentado Silvia Tostado.

Pueblos pequeños

«Duele mucho tener que fingir algo que no eres». Con estas palabras ha descrito su historia Vanessa Lozano. Esta chica es de un pequeño pueblo de Badajoz, «un lugar donde ser lesbiana significa quedarte fuera». Creció sin referentes, sin personas a las que le ocurriera lo mismo que a ella y sin nadie a quién poder contárselo. «Ser lesbiana en mi entorno no era una opción, no existía. Y cuando algo no existe, duele. Fui experta en fingir, en evitar preguntas, en evitarme a mí misma, en callar por miedo. Porque en los pueblos el miedo no es solo al rechazo, es al aislamiento, a quedarte sola, a ser señalada, a que la gente hable. Porque la gente habla», ha señalado. «Tardé años en reunir valor para poder compartirlo porque sabía que iba a tener consecuencias, pero a día de hoy me doy las gracias por haberlo hecho. Hoy puedo decir que vivo mi orientación con orgullo, pero no sin cicatrices. Es necesario que la sociedad cambie y que estas leyes y pensamientos llegan a todos lados, incluidos los pueblos pequeños, donde aún hay niñas , como yo, que no se atreven a decir lo que les pasa. Debemos erradicar ese miedo por el bien de la sociedad».

La secretaria general de Igualdad de la Junta de Extremadura, Ara Sánchez, además de mostrar el compromiso del Gobierno regional con la lucha LGTBI, ha puesto en valor la importancia de visibilizar y normalizar, puesto que «no hay nada que nos diferencie, somos personas y debemos tener los mismos derechos, oportunidades y libertad». «Es necesaria una nueva clase política valiente que acabe con esta discriminación de una vez por todas», ha concluido.

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