MUNDIAL DE CLUBES

In Messi We Trust: la FIFA y EEUU confían el éxito inaugural del Mundial de Clubes en el argentino

El '10' del Inter de Miami centrará todos los focos en el estreno de un torneo que necesita dar un golpe sobre la mesa para evitar las dudas generadas por la lenta y depauperada venta de entradas

Gianni Infantino, presidente de la FIFA, entrega el premio The Best a Leo Messi.

Gianni Infantino, presidente de la FIFA, entrega el premio The Best a Leo Messi. / YOAN VALAT / EFE

Miami (Enviado especial)

Cuando uno toma la autopista tras salir del Aeropuerto Internacional de Miami, una de las sedes del Mundial de Clubes, un gran estadio emerge ante sus ojos. Todavía no está completo, pero, según cuenta la taxista que nos lleva hasta el hotel de la FIFA, "de un día para otro parece que ya está construido".

Se trata del Miami Freedom Park, la nueva casa del equipo de Messi, incluida en el corazón de una ciudad que ha revolucionado por completo. "Hasta los precios de la comida ha encarecido", bromea la conductora, cubana, y, por tanto, perteneciente a la comunidad más amplia de "una ciudad que no es EEUU".

Messi, el embajador de los GOAT del Mundial

Es solo una muestra del 'efecto Messi', quien decidió emprender la vía estadounidense frente a la saudí, camino que escogió Cristiano Ronaldo, con quien la FIFA habría querido un reencuentro estelar en la primera edición de un torneo que necesita rápida y eficiente repercusión. En la ausencia del portugués, Messi es la gran estrella. Es el embajador de la parte GOAT, es decir, los veteranos con buena planta que aparecen en varios equipos que aspiran a ser secundarios con derecho a soñar.

El organismo que preside Gianni Infantino encontró la fórmula idónea para integrar a Inter Miami, al ser ganador del ers' Shield 2024, es decir, en calidad del equipo que más puntos había obtenido en la temporada regular. Esta decisión fue considera arbitraria por exfutbolistas como Alexi Lalas, que la consideraron "arbitraria" y "falta de transparencia", señalando que fue una forma de garantizar la presencia de Messi en el torneo.

Entrenamiento del Inter de Miami, con Javier Mascherano al frente.

Entrenamiento del Inter de Miami, con Javier Mascherano al frente. / AP

Y efectivamente lo fue, como los movimientos que se dieron desde diferentes participantes para asegurar el contrapunto de Cristiano. Algo que no se produjo después de fracasar los deseos pasajeros de River y otras escuadras. Pero la presencia de Messi era mucho más importante, porque él es el gran representante de la MLS y, por tanto, de EEUU, un país que ha conquistado el 'soccer' fichando figuras y comprando clubes de la Premier como Liverpool, Manchester United o Arsenal.

Entradas regaladas o con incentivo

Esta estrategia expansiva explica que Norteamérica quiere ser más que un lugar de grandes eventos, como efectivamente lo será al acoger en una serie triunfal el Mundial de Clubes, el Mundial de selecciones en 2026 y los JJOO de Los Ángeles en 2028. Una estrategia que empezó en julio de 2023 con la llegada de Messi al club del primer visionario con el poder 'yankee' a través del fútbol, como fue David Beckham, presidente y fundador del Inter de Miami.

Cuando el inglés firmó con LA Galaxy en 2007, negoció una cláusula que le daba derecho a adquirir una franquicia en la MLS más adelante. La oportunidad no ha podido ser más aprovechada. Desde la llegada de Messi, el valor del club ha pasado de los 585 millones de dólares a los 1.190 millones, lo que supone un incremento del 103%. Los ingresos anuales se han triplicado hasta los 200 millones de dólares y las entradas se han encarecido hasta un 1.700&, con 265 millones de dólares recaudados solo en taquilla.

Lionel Messi, el '10' que supo ver antes que nadie David Beckham.

Lionel Messi, el '10' que supo ver antes que nadie David Beckham. / AP

Eso es lo que hubiera querido Infantino para este Mundial de Clubes, donde ha tenido que tirar el precio de las entradas con respecto a los planes iniciales, llegando a fijar. La FIFA ha tenido que aplicar rebajas de hasta el 90% y todavía es una incógnita saber qué pasará con el partido inaugural, para el que se han regalado invitaciones. Algunas de las entradas han sido incentivadas de tal modo que comprando un ticket para el Mundial de Clubes se consigue otro para el Mundial de 2026, para el que se espera mucha más repercusión, sobre todo con las aficiones desplazadas.

Inter de Miami y la reivindicación de la MLS

Messi jugará de local, como lo harán, sobre todo, los equipos latinoamericanos y centroamericanos, que han desplazado un séquito de periodistas hasta la cita y que tienen en Miami, así como otras ciudades, muchos compatriotas residiendo. Algunos, temerosos de acudir al partido por las situaciones vividas en Los Ángeles, con las redadas contra inmigrantes que han enrarecido el ambiente en la previa a la cita.

Acciones que van justo en contra de la comunidad clave para el soccer, "un deporte que cada vez interesa más, pero todavía lejos de los tradicionales", asegura el recepcionista de un hotel. Con todo, a pesar del excepticismo, la FIFA consiguió cerrar a contrarreloj los derechos televisivos y acuerdos de patrocinio con marcas importantes como Visa, Audi, JP Morgan o Red Bull, cuyo éxito dependerá del desempeño de Messi y otras figuras.

Pero sobre todo, por Messi, quien también afrontará el desafío deportivo de reencontrarse con la élite del fútbol europeo que abandonó hace un par de temporadas. La misma que, de vez en cuando, le reta en las eliminatorias de Sudamérica para pasarle alguna que otra factura del Mundial que consiguió en Qatar y que redondeó su trayectoria. Ahora, el argentino tiene la oportunidad de demostrar que el Inter de Miami no es un simple cementerio de elefantes y que la MLS, como alternativa al eje del Viejo Continente, puede competir de igual a igual.

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