Reconocimiento del colegio de arquitectos de EEUU
Un 'Oscar' para la obra de transformación de la capilla del seminario de Plasencia
Es un trabajo de Pablo Guillén, que ya obtuvo el premio internacional The Architecture Masterprize, que se otorga en Los Ángeles
Es la única obra premiada en Europa y el otro arquitecto galardonado ha sido Santiago Calatrava por un trabajo en la 'zona cero' de Nueva York

Pablo Guillén explica la obra en la capilla del seminario de Plasencia, que ha obtenido el 'Oscar' de los arquitectos. / TONI GUDIEL

La obra de transformación de la capilla del seminario diocesano de Plasencia, a cargo del arquitecto Pablo Guillén Llanos, ha obtenido un prestigioso reconocimiento internacional, el Oscar de los arquitectos, que otorga el colegio de arquitectos de EEUU, el American Institute of Architects.
Inaugurada a mediados del año pasado, ha sido galardonada con el Premio de Honor a la Renovación, dentro de los galardones Faith&Form, que premian "las mejores obras de temática religiosa (cualquier religión) a nivel internacional, recibiendo el de mayor categoría", según ha destacado el Obispado.
"En principio, la capilla placentina ha sido la única obra premiada en Europa", aunque otro arquitecto español ha resultado premiado, el afamado Santiago Calatrava, por una iglesia en la zona cero de Nueva York. El Obispado ha explicado que los premios se entregarán en Boston a lo largo de este año, en una fecha pendiente de confirmar.

Capilla del seminario de Plasencia, tras la obra que ha recibido un 'Oscar' de la arquitectura de EEUU. / CEDIDA
Los motivos del premio
En cuanto a los motivos que han llevado al colegio de arquitectos de EEUU a premiar la obra en Plasencia, han destacado que «es un espacio inacabado, que se realza con piezas de piedra». También subrayan que el presbiterio se ubica "dentro de los restos de la muralla de la ciudad" y que el altar, la sede y el ambón "son tres bloques de piedra natural". En su opinión, «la arquitectura y la liturgia convergen en el altar como centro del espacio y el retablo se concibe de forma escenográfica mediante la colocación de dos esculturas y un sagrario».
En definitiva «toda la obra se resuelve con un diseño claro y sencillo, utilizando piedra y madera. El objetivo es crear un diseño que respete el estilo único del edificio». En su resolución, el jurado ha comentado también que «es un espacio fenomenal y transformador, donde los elementos litúrgicos encajan elegantemente en el espacio, mientras los triforios tienen carácter propio y el diseño está muy pensado».

Detalle de la obra de la capilla del seminario de Plasencia, que ha obtenido el 'Osar' de los arquitectos de EEUU. / CEDIDA
Arquitecto reconocido
Se da la circunstancia de que, en el año 2019, el arquitecto Pablo Guillén recibió el mismo premio por la obra de la capilla de la Universidad Pontificia de Salamanca. Además, Guillén, que estuvo en Plasencia el pasado mes de junio explicando precisamente la obra de rehabilitación en el seminario, ha sido uno de los cuatro arquitectos españoles que han conseguido el prestigioso premio internacional The Architecture Masterprize, que se otorga en Los Ángeles.
Guillén es extremeño de adopción, ya que ha vivido siempre en Don Benito, donde residen sus padres y hermanas y, además, su familia paterna es de Cáceres. Estudió arquitectura en Valladolid y después se unió al despacho de Javier López de Uribe, en el que continúa, junto a los también arquitectos Fernando Zaparaín, Fermín Antuña y Eduardo García.
Capilla en bruto
Cuando estuvo en Plasencia, invitado por el Obispado, explicó a este periódico que el edificio del seminario «había sufrido por el año 2013 una rehabilitación completa para actualizarlo a las necesidades actuales, pero se había dejado el espacio original de la capilla en bruto».
Así se la encontró y por eso «necesitaba todo, únicamente eran paredes y ventanas, lo justo para proteger el interior de las inclemencias del tiempo. La capilla original ya no existía».
Entonces, se puso a trabajar en el proyecto, un proceso que, según recordaba, «duró poco más de un año». Explicó que el espacio «tenía algunas singularidades que había que solucionar, como era el a la capilla, que originalmente era directo desde un pasillo; climatizar el espacio; jugar con la luz; recuperar un balcón que existía en el presbiterio y se encontraba tapiado… Tiene la singularidad de que el presbiterio es uno de los cubos de la muralla que vierten a la avenida Calvo Sotelo».
Falsa bóveda
Además, destacaba que «hacer una capilla o una iglesia tiene un plus que no tienen otras obras, y es que tienen que invitar a rezar. Ese es el fin último del encargo, conseguir que la persona que acceda al interior se sienta a gusto y atraída por la configuración interior para facilitar la oración».
Así, para la obra diseñó el espacio con una falsa bóveda, «deformada hacia un lado para darle más gracia, desde la que aparecen unas ventanas abocinadas, como si hubiéramos hecho el corte con un cuchillo en la bóveda para que entre la luz justa». La nave, donde se ubican los fieles, «es un espacio sencillo resuelto con paredes de mortero de color teja y suelo de piedra de Campaspero».
El ábside, un cubo de la muralla
Además, el arquitecto hizo hincapié en que el ábside tiene la singularidad de que es un cubo de la muralla. «Su diseño se resuelve con unas paredes curvas que nacieron con el fin de poder ocultar y facilitar el al balcón de la muralla que está a su espalda. Sobre esas curvas se colocan las esculturas, representando la crucifixión del Señor, y en un lateral, regado con luz natural indirecta, el sagrario sobre una peana».
La ubicación de la cruz responde a la razón de «liberar al altar de la misma». Las esculturas son de Fernando Cidoncha, escultor de Don Benito afincado en Florencia. De hecho, «las esculturas se hicieron allí», y el sagrario es obra de Heliodoro Dols, arquitecto del santuario de Torreciudad. Se diseñó «para un concurso en el año 1962, lo ganó, pero nunca se llegó a realizar hasta que lo descubrí».
El altar, la sede y el ambón se tratan como elementos exentos del suelo, mientras que el balcón de la muralla "se ha diseñado en alabastro, translúcido, como un punto de referencia en la calle".
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