Un rey de plata

El poli ‘jiu-jitsu’ de Mérida

Un especialista de las artes marciales al servicio de la Policía Nacional. El cacereño Moisés Villar hace malabarismos para compaginar su oficio con sus aficiones: la guitarra y la lectura de novela histórica

El agente Moisés Villar, con su kimono en la plaza de España.

El agente Moisés Villar, con su kimono en la plaza de España. / JORGE ARMESTAR

Alberto Manzano Cortés

Alberto Manzano Cortés

Mérida

Es un todoterreno. Moisés Villar (Cáceres, 1980) compagina su trabajo como Policía Nacional en Mérida con sus proyectos más personales: las artes marciales, tocar la guitarra española y leer novela histórica. Hace malabarismos para compatibilizarlo todo. Tranquilo e ilusionado, Villar habla con modestia de su último logro. La humildad y la empatía de este agente de la ley es perceptible durante la entrevista con El Periódico Extremadura en la que explica cómo ha llegado a proclamarse hace unas semanas segundo de España de jiu-jitsu brasileño en su categoría, la de 86 a 92 kilos y de personas mayores de 41 años. Cuenta la experiencia mientras saborea un cortado en uno de los bares de la céntrica plaza de España. La taza de café se hace diminuta en sus manos de acero y su relación con el deporte le viene desde chico.

A lo largo de su vida ha practicado judo, boxeo, kick boxing y wing chun, en los que también ha llegado a destacar. Porque, tal y como Moisés reconoce: «No sé vivir sin hacer deporte y sin mi familia. Esta plata en Madrid es un galardón más que sumo a mi vitrina con otro bronce que conseguí en León. Estoy muy contento con los resultados cosechados y actualmente poseo el cinturón azul. Mis entrenamientos los realizo en Badajoz y nada de esto sería posible sin mi entrenador Álvaro Rodríguez». Y no se quiere quedar ahí. Pues ya está trabajando duro y a diario para lograr el oro en el próximo torneo que se celebrará a finales de junio en Valencia.

El cacereño lleva ejerciendo como Policía Nacional desde los 29 años y su primer destino fue la capital española, después las vueltas que da la vida le hicieron aterrizar en Emérita Augusta. «Siempre hay tiempo para todo. En la Comisaría de la Policía Nacional de Mérida se trabaja muy bien y somos como una familia», asegura con una sonrisa este gigante de 1,85 metros de altura y 90 kilos de puro músculo. Su piel no es verde, pero este agente se parece a Hulk (el superhéroe de Marvel con una fuerza increíble). «Trabajo, esfuerzo, ilusión, empatía y mucha cabeza» son, según las palabras del poli 'jiu-jitsu' de Mérida, el secreto de su éxito.

El agente Moisés Villar, con su kimono en la plaza de España.

El agente Moisés Villar, con su kimono en la plaza de España. / JORGE ARMESTAR

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