Entrevista | CELSO MORGA Arzobispo de la Diócesis Mérida-Badajoz

«El de Almoharín es un caso que verdaderamente está en el límite»

Celso Morga

Celso Morga / SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

Marian Rosado Gallardo

Marian Rosado Gallardo

Badajoz

El próximo mes de enero presentará ante el Papa su renuncia al Arzobispado de Mérida-Badajoz, al cumplir 75 años, aunque predice que pasarán «unos meses» hasta que su marcha se haga efectiva. Dice no tener prisa y que volverá a su tierra para no «interferir» en la labor de su sucesor. Celso Morga (La Rioja, 1948) hace balance de sus ocho años al frente de la Diócesis y analiza la situación actual de la Iglesia. Habla pausado, en ocasiones cierra los ojos y frecuentemente aprieta el crucifijo plateado que le cuelga en el pecho.

-Se retira pronto… ¿Qué balance hace de estos años">

-Creo que se debe en primer lugar a la falta de fe. Después hay muchos menos niños en las familias y eso pues hace que las posibilidades de ingreso en el seminario sean menores.

-En su caso, ¿cuándo le llegó la vocación">

-La Iglesia ha dicho que sobre eso no tiene potestad. En el sentido de que hay que estar a lo que hizo Cristo. Sin que eso suponga para nada no querer la promoción de la mujer. En la Iglesia hay muchos ministerios, muchas vocaciones y en concreto este ministerio sacerdotal el Señor quiso que esos hombres lo fueran, este es el punto clave. 

-¿Cristo en algún momento dijo que las mujeres no podían ser sacerdotisas?

-No, eso no lo dijo. Pero fueron 12 los apóstoles. Ese poder de consagrar el cuerpo y la sangre del Señor, la Eucaristía, que es fundamental en el sacerdocio, pues ahí, en la Última Cena, que nos conste, estaban los apóstoles. Es esa la voluntad de Cristo.

-Otra cuestión es el sacramento del matrimonio y el aceptar a parejas homosexuales, ¿usted cómo lo ve">

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