El Gobierno comienza a tomar distancias de Santos Cerdán. Al principio, cuando comenzaron las primeras filtraciones que le implicaban en el cobro de comisiones, todos los del Ejecutivo, empezando por Pedro Sánchez, respaldaron al secretario de Organización del PSOE. Pero el discurso comenzó a virar el miércoles por la noche, cuando se conoció la existencia de una grabación en la que Cerdán presuntamente aborda con José Luis Ábalos y Koldo García, ambos imputados, la adjudicación de obras públicas a cambio de mordidas. El giro se ha hecho mucho más evidente este jueves, al conocerse que el Tribunal Supremo ha ofrecido al número tres de los socialistas que declare voluntariamente el próximo 25 de junio, al encontrar en el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil “consistentes indicios” en su contra.
