¡Adiós capitán, adiós Clausí!

Se va como los grandes, en lo más alto. Álvaro Clausí Marín (Alicante, 7 de abril de 1993) se va, no solo del Cacereño, sino de la que ha sido su profesión, su vida. El que ha sido capitán del C en este año del ascenso (también lo fue el anterior) dice adiós al fútbol porque, aunque deba aprender de nuevo, hay vida más allá del deporte.

Acompañado por todos sus compañeros y también por algún ex como Pajuelo (con quien compartió tres años en el Villanovense), Clau anunció este martes su adiós. «El del sábado pasado fue mi último partido, no porque me vaya a otro sitio, sino porque me retiro. Es una decisión que tomé el verano pasado», apuntó visiblemente emocionado. «Creo que más allá del fútbol quiero seguir creciendo profesionalmente».

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Le costó a Clausí acabar su pequeño discurso, en el que incluía agradecimientos a todos sus compañeros, «muchos de ellos ya amigos», a Francis Bordallo, el director deportivo «que me trajo a Extremadura, al Villanovense», a Carlos (Ordóñez) por darme la oportunidad de venir al Cacereño y a Julio (Cobos) por la confianza que ha depositado en mí los tres últimos años».

Ha jugado sabiendo que se retiraba toda la temporada y asegura este estilista del balón que la ha disfrutado como un niño. «Me lo he pasado súper bien». 

«Es verdad que tras el ascenso me lo he pensado, pero yo siempre he dicho que quería retirarme jugando bien y creo que no hay mejor momento que este».

Elogios al capitán

«He intentado que se quede», apuntó en tono de broma Bordallo, que recordó la primera vez que se fijó en Clausí. «Buscaba un mediocentro (para el Villanovense) y tú venías de jugar de lateral derecho» en el Rápido de Bouzas. Pero, la llamada a un amigo de Alicante, acabó de convencerle. «Todo lo que me dijo esa persona se ha cumplido, tanto en lo deportivo como, sobre todo, en lo personal».

«Menuda putada para el próximo entrenador», añadió Cobos, porque, añadió, no será fácil volver a encontrar un jugador de sus características, deportivas y humanas. «Aunque yo siempre he dicho que del fútbol te tienen echar, no te tienes que ir, como él dice quiere crecer en otro apartado de su vida y afortunadamente puede elegir cuándo marcharse. Lo hace además de una manera muy bonita, habiendo conseguido subir a Primera Federación. Ha sido nuestro capitán y es un ejemplo, sobre todo para la gente joven. Tiene que ser el espejo en el que se fijen».

También le deseó mucha suerte en su nueva etapa el presidente del club, Carlos Ordóñez, que le invitó a hacer el saque de honor en el primer partido del club en Primera Federación. 

Fue la primera parte de una despedida que tuvo continuación en la fiesta del Príncipe Felipe, donde se llevó una camiseta del con el número de partidos que la ha defendido, 95, y el brazalete de capitán que con tanto orgullo ha lucido.

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