El Cacereño Femenino se gana el derecho a soñar

El Cacereño ganó, de forma rotunda, al que hasta la semana pasada había sido el líder de la Primera Federación Femenina durante catorce jornadas, el Alavés por un resultado de 3-1 y que debió ser más abultado. El triunfo, como casi siempre en el equipo verde, tuvo un marcado sello colectivo, pero Adela se erigió en protagonista al desplegar todo su talento en la zona del campo donde se gesta el fútbol y ponerle a su partido dos guindas en forma de dos soberbios goles.

Pero lo que el Cacereño certificó con esta victoria va más allá de conseguir tres puntos. El equipo de Ernesto Sánchez tiró por la borda las falsas modestias y los discursos manidos para postularse como candidato a todo. No se conforman con haber eliminado de la Copa de la Reina al Valencia y al Athletic, y jugar los cuartos ante el Atlético de Madrid (este martes a las 19.00 horas). No tienen bastante con haber revertido el mal inicio liguero, ni con haber perdido solo uno de sus últimos doce partidos, ni con mantenerse imbatidas en nueve de ellos o invictas en toda la temporada en Pinilla. Ni tan siquiera se ven satisfechas con haber remontado en la clasificación hasta afianzarse en la zona noble. Este Cacereño quiere pelear por el ascenso a la élite y se agarrará a la más mínima opción que tenga de conseguirlo.

Y eso que era fácil despistarse a 72 horas de su histórica cita copera, pero las cacereñas demostraron que solo tenían puesto el foco en el Alavés. El primer cuarto de hora fue de una presión agobiante sobre la creación de juego rival que apenas salía de su campo. Yorladiz era una pesadilla para la zaga babazorra a la que ganaba por velocidad y brega. Tuvo la mejor ocasión cuando intentó superar por alto a la portera Laura Martínez, que hizo la primera de varias paradas salvadoras.

El primer golazo de Adela

El equipo de Andrea Esteban se sacudía la presión, pero no los nervios como cuando Laura Moreno envió a Matlou a las redes de la portería de fútbol 7 con el balón detenido, y por la que sólo vio amarilla. Las cacereñas volvían a la carga y, tras varios rechaces, el balón le cayó a Adela que, desde más allá del semicírculo del área rival, facturó directo allí donde habitan las arañas. Un golazo espléndido de una futbolista magnífica.

La reacción visitante no iba más allá de cierto empuje con acciones a balón parado que no suponían gran peligro.

Tras el descanso y los primeros cambios, el Alavés mejoró. Un disparo de Monente obligó a Delia a desviar a córner. En ese saque de esquina, tocó Sanadri en el primer palo y, tras una carambola, Tere logró el gol del empate.

Pero Ernesto Sánchez sacaba entonces su ‘as malagueño’. Nora irrumpía para aprovechar los espacios o generarlos donde no los había. Encaró, se paró y volvió a arrancar para ganar línea de fondo y asistir a Adela que lo envió a la jaula.

Después, con el Alavés volcado, volvió a tener otra ocasión Nora en un mano a mano tras un gran cambio de juego de Yorladiz que acabó con una tremenda parada de Laura Martínez; y otro ‘pase de la muerte’ de Nora desde la línea de fondo que no aprovechó Natalia Montilla; y una contra en la que la fe de Chavi Toro le hizo ganar un balón que puso en el centro para que Lezcano, a pesar de escorarse mucho, pusiera la sentencia que relajaba todas las mentes verdiblancas para soñar ya, por qué no, con ganar al Atlético de Madrid o a quién se les ponga por delante.

Suscríbete para seguir leyendo