HISTORIA
El agente clandestino del Partido Comunista que cambiaba de nombre para aniquilar el franquismo: "Nadie sabía quién era, no estaba fichado"
La Biblioteca Nacional homenajea a Jorge Semprún con una exposición que recorre su vida como exiliado, miembro de la Resistencia, novelista, ministro de Cultura…

Jorge Semprún e Yves Montad, a finales de los 70. / ARCHIVO
Pedro del Corral
Jacques Grador, Federico Artigas, Agustín Larrea, Rafael Bustamante, Camille Salagnac y Federico Sánchez. Detrás de estos seis nombres se escondía Jorge Semprún, quien los adoptó entre 1952 y 1965 para luchar contra el franquismo. Máscaras que, tras sobrevivir al campo de concentración de Buchenwald e ingresar en el Partido Comunista Español, le permitieron moverse por la primera línea política desde la clandestinidad. Cuando se cumplen 80 años de su liberación, la Biblioteca Nacional le rinde homenaje en El largo viaje, una exposición que recorre su biografía como exiliado, miembro de la Resistencia, novelista, ministro de Cultura, europeísta…
“Está organizada cronológicamente, la vida de Semprún es tan compleja que era imposible tener una narrativa en paralelo. Aún así, quise empezar por un año clave: en 1963, publicó su primera novela, El largo viaje. Con ella ganó el premio Formentor, que suponía su publicación inmediata en 12 idiomas. Estaba escrita en francés y, aunque la tradujeron al español, no se editó en España, sino en México. Cuando aquí se enteraron que se lo habían concedido a un refugiado comunista, empezó una campaña de descrédito contra él”, relata Tània Balló, comisaria de la muestra que coincide con la celebración de los 50 años de España en libertad, el programa del Ministerio de cultura en favor de la memoria democrática.

Algunas de las obras expuestas en 'Jorge Semprún. El largo viaje'. / EUROPA PRESS
Tras pasar por el Archivo de la Corona de Aragón en Barcelona y el Centro Documental de la Memoria Histórica en Salamanca, este tributo recala en Madrid. “Por aquel entonces, Semprún ya vivía fuera de España y es considerado una referencia intelectual. Hasta allí llegó en 1936, junto a sus padres y hermanos”, continúa la experta. Nació en el seno de una familia de la alta burguesía, relevante en la política y la cultura. Su madre, Susana Maura, fallecida prematuramente en 1934, era hija de Antonio Maura, cinco veces jefe de Gobierno y presidente de la Real Academia Española. El padre, José María Semprún, era abogado y profesor de Derecho en la Universidad Central.
Detenido por la Gestapo
“Desde joven entendió que el cambio de identidad era una forma de supervivencia. Con 19 años, ya en el PCE, se incorporó al grupo armado Jean-Marie Action. Fue detenido por la Gestapo, mientras se escondía en la casa de Irène Chiot, trabajadora social. Entonces, su padre pidió ayuda a José Félix de Lequerica, embajador español en Francia. No surtió efecto y le destinaron a Buchenwald”, añade Balló. Aunque allí se topó con la peor versión del ser humano, también descubrió la solidaridad y la fraternidad. Su paso por el campo de exterminio reafirmó sus convicciones políticas. De aquella etapa se exhiben su tarjeta de refugiado y la documentación que le acredita como miembro de la Resistencia.

'Jorge Semprún. El largo viaje' reúne documentos, vídeos y carteles que repasan la vida del político. / JULIO GONZÁLEZ
Tras finalizar la Segunda Guerra Mundial, se afilió al Partido Comunista Español en el exilio. Militante activo en 1953, fue enviado como agente clandestino a España bajo varias identidades con el objetivo de configurar la lucha antifranquista desde el interior. “Nadie sabía quién era, no estaba fichado. Estuvo 10 años en anonimato”, subraya la comisaria. Poco a poco, fue incrementando su participación en el PCE, hasta el punto de llegar a la dirección. Una vez en el cargo, realizó una serie de cambios estructurales que no terminaron de calar en la organización y que provocaron su expulsión. Para la ocasión, el Archivo Histórico del Partido Comunista ha prestado el equipo técnico con el que Domingo Malagón falsificaba la documentación de Semprún.
15 guiones de cine
“Coincidiendo con su salida, decide pasar a una lucha intelectual sustentada en el relato sociológico y filosófico. Así que comienza a escribir una abundante obra literaria y cinematográfica que pone el foco en la justicia y la libertad del sistema democrático”, sostiene Balló. Entre 1966 y 1997, armó los guiones de La guerra ha terminado (Alain Resnais, 1996), Z (Costa Gavras, 1969) y La confesión (Costa Gravras, 1970), entre otros: “Fue un gran defensor de la memoria”. Para demostrarlo se han juntado manuscritos, libros, fotografías, vídeos y carteles, muchos de ellos expuestos por primera vez.

La Biblioteca Nacional acoge 'Julio Semprún. El largo viaje' hasta el 31 de julio. / JULIO GONZÁLEZ
En 1988 retomó la política para convertirse en ministro de Cultura en el Gobierno de Felipe González, cartera que conservó hasta 1991: “Era la primera vez que volvía a España, pero acabó siendo invitado a salir”. Poco después, editó su novela más aclamada: La escritura o la vida. En ella teorizó sobre los límites de la ficción narrativa y la verdad literaria. A Buchenwald regresó en 2010 para dar un discurso por el 65 aniversario de la liberación. “Fue la voz de los supervivientes”, concluye Balló. Como lo es hoy su obra.
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