Las Hurdes y su agua de pureza casi pluscuamperfecta
El Chorrerón del Tajo, un tesoro por y para descubrir
El salto de agua o chorro como dicen los hurdanos no es tan conocido como otros de la comarca, pero tiene características a resaltar. Está ubicado en el término municipal de Caminomorisco y para llegar hay una ruta donde los visitantes podrán ver el pantano local, la flora o una buitrera en un monte lleno de peñas
El mirador y el Chorrerón del Tajo con poca agua puesto que, la imagen se captó en invierno. / Juan Moriano
Las Hurdes es una tierra conocida por sus paisajes llenos de bosques, relieves escarpados o valles, parajes donde el agua tiene un papel principal.
Miguel de Unamuno, escritor y filósofo español de la generación del 98, describió la pureza del agua de la comarca como "casi pluscuamperfecta". Los ríos de Las Hurdes forman meandros o caen en forma de cascada como el Chorro de la Meancera (El Gasco) o el Chorrituelo de Ovejuela, pero estos no son los únicos que embellecen el territorio. El Chorrerón del Tajo es otro de los saltos que, aunque menos conocido que los anteriores, riega el paisaje hurdano.
El Chorrerón de Tajo se encuentra en el término municipal de Caminomorisco. La gente puede conocer este ‘chorro’ (como definen los hurdanos a los saltos de agua) tanto por rutas a pie como en vehículo. Uno de los s para visitar la cascada es el cruce ubicado entre Caminomorisco y Mesegal, junto al establecimiento de Paco Muebles.
El itinerario recorre un camino de tierra durante unos 20 minutos (en coche). El sendero tiene amplitud, sitios donde poder dar la vuelta o hacer maniobras y pivotes de madera que marcan el recorrido. Los visitantes podrán observar durante el trayecto toda la fauna, la flora hurdana llena de pinos, castaños, madroños, brezos y jaras; la profundidad de los valles o la presencia de los montes que rodean el Chorrerón del Tajo.
Paisaje del pantano de Caminomorisco. / Juan Moriano
Los turistas podrán visitar otros puntos de interés durante la ruta como el pantano de Caminomorisco o el ‘Hotel de Insectos’, un hábitat que se creó y dio a conocer a través del programa de televisión que conduce Jesús Calleja, ‘Volando Voy’.
La presencia del Chorrerón del Tajo puede verse desde diferentes puntos, aunque para escuchar la música del agua y contemplarlo más de cerca hay un mirador. Las personas tendrán que cruzar una pasarela de madera moderna para llegar. Antiguamente había que bajar varios escalones de piedra. El balcón en plena naturaleza se conoce como Las Escaleras.
Una fotografía tomada desde un pilón de agua con la buitrera de fondo. / Juan Moriano
Además, una buitrera se encuentra a escasos metros de la cascada. Detrás del chorro hay una montaña llena de peñas de pizarra de grandes dimensiones que están habitadas por buitres leonados, aves que planean por todo el paraje. Los caminomorisqueños tenían su primera toma de agua en este monte, a varios kilómetros del municipio.
Un buitre leonado subido encima de una peña a escasos metros del salto. / Juan Moriano
Todas y cada una de estas particularidades hacen que el Chorrerón del Tajo sea un tesoro que destacar por unos y para descubrir por otros.
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