Nuevas tendencias en la comunidad china
De los bazares a los bares: la evolución de los negocios chinos en Cáceres
Muchos emprendedores de origen chino están transformando su modelo de negocio y apostando por la hostelería local, servicios de proximidad y una integración más activa en la vida comercial de los barrios

Rafa, propietario del Bazar Rafa & Nieves, uno de los más emblemáticos de la capital cacereña. / Jorge Valiente

Renovarse o morir. Durante años, la imagen más habitual de los negocios regentados por ciudadanos chinos en la capital cacereña era la de bazares repletos de artículos de todo tipo: desde menaje del hogar, juguetes, ropa, electrónica o cosméticos, hasta herramientas y disfraces de carnaval. Sin embargo, esa estampa ha ido evolucionando, y cada vez son más los emprendedores de origen chino que apuestan por nuevas fórmulas comerciales, enfocadas principalmente al sector servicios.
Locales especializados en gastronomía española, tiendas de moda y complementos, así como peluquerías o salones de uñas, son ahora el nuevo rostro de su actividad comercial. Una transformación palpable a lo largo del territorio nacional, que también se va dejando sentir de forma paulatina en Cáceres.
Atrás queda la época en la que su principal apuesta eran los llamados ‘Todo a 100’, que formaron parte del paisaje cotidiano de la ciudad, abarrotados de una gran variedad de productos a precios bajos y con una amplia disponibilidad horaria. Se convirtieron en una alternativa al pequeño comercio tradicional, que ya entonces comenzaba a notar el empuje de las grandes superficies. Aunque estos bazares siguen siendo numerosos y continúan cumpliendo una función útil para muchos vecinos, hoy en día comparten protagonismo con otro tipo de negocios.

El bazar Rafa & Nieves, en la calle Periodista Sánchez Asensio. / Jorge Valiente
Así lo refleja Rafa, propietario del Bazar Rafa & Nieves, uno de los más conocidos de la capital cacereña, situado en la calle Periodista Sánchez Asensio. Él y su esposa Nieves (ambos con nombres españolizados) llegaron a Cáceres en 1999 tras varios años en Mérida. «Antes de abrir este negocio, estuve cinco o seis años con el restaurante chino de la barriada Los Fratres», recuerda.
Desde entonces, han ido consolidando una clientela fiel, a pesar de la creciente competencia de las plataformas digitales. «Seguimos tirando hacia adelante, aunque como autónomos no es fácil», reconoce. «Las ventas por internet han aumentado y eso se nota, ya que esa gente trabaja más horas incluso que los chinos, incluidos los domingos y festivos», comenta con una sonrisa.
Capacidad para reinventarse
El empresario observa cómo los negocios que ponen en marcha actualmente sus compatriotas son más variados. «Ahora hay de todo. Ya no se trata solo de bazares, multitiendas o restaurantes chinos», subraya.
Con la crisis del pequeño comercio, la comunidad china está protagonizando un cambio silencioso pero profundo en su manera de emprender, dando paso a propuestas más modernas y sabiendo adaptarse a los nuevos tiempos: menos producto, más servicio. En los últimos años, han proliferado las tiendas de ropa que ofrecen prendas a precios competitivos y con una rotación constante de productos. Es el caso de Blanco y Negro, un comercio ubicado en Gil Cordero regentado por ciudadanos chinos que ha conseguido hacerse un hueco en pleno centro de la capital cacereña.

La tienda de moda y complementos Blanco y Negro, en Gil Cordero. / Jorge Valiente
Apuesta por bares locales
En el sector hostelero su presencia se ha diversificado. Los habituales restaurantes de cocina asiática, con su estética oriental y sus característicos farolillos rojos en la entrada siguen estando muy presentes, pero cada vez es más común ver que apuestan por invertir en bares tradicionales, adaptándose a los gustos locales y ofreciendo desde desayunos hasta tapas y menús del día. Una evolución que no solo refleja su integración, sino también su habilidad para interpretar el mercado y conectar con la clientela de cada lugar.
Un ejemplo claro lo encontramos en tres bares de Cáceres: La Paloma, Don Pancho y La Bodeguilla, considerados entre los ‘clásicos’ de la ciudad, que han sido adquiridos en los últimos años por empresarios autónomos de origen chino.
Tao Lin llegó a España hace una década y hace dos años se hizo cargo de La Paloma, un bar de toda la vida ubicado en Antonio Reyes Huertas. Hermano de Nieves —copropietaria del bazar de la calle de los antiguos cines—, Tao asegura que su objetivo ha sido mantener el espíritu del local, pero adaptándose a lo que demanda la clientela. «Servimos comida española: raciones, bocadillos, un poco de todo», explica.
La mayoría de sus clientes siguen siendo cacereños, fieles a la cocina y al trato de siempre. Reconoce que el negocio «funciona regular», pero resiste. «Vamos saliendo hacia adelante», afirma con serenidad. Además del bar, regenta también una multitienda situada a escasos metros, lo que refleja ese modelo mixto que muchos pequeños empresarios del país asiático aún mantienen: diversificar para resistir.

El bar La Paloma, situado en la calle Antonio Reyes Huertas, gestionado actualmente por Tao Lin. / Jorge Valiente
¿A qué se debe este cambio?
Hay varios factores que explican esta evolución. En primer lugar, el relevo generacional. Los hijos de quienes iniciaron los primeros bazares a finales de los años noventa y principios de siglo han crecido, se han formado y dominan el idioma. Ya no quieren trabajar todo el día entre cajas y estanterías, y buscan modelos de negocio más sostenibles y adaptados a los gustos actuales.
El dueño del bazar Rafa & Nieves destaca que el cambio de mentalidad entre los jóvenes está marcando un nuevo rumbo dentro de la comunidad. «Nuestros hijos tienen otra forma de pensar. Si pueden, es preferible que estudien. Ya tendrán tiempo de decidir más adelante, pero estudiar son oportunidades», subraya con convicción.
Menos producto, más servicio: el modelo comercial chino cambia para progresar
A ello se suma el auge del comercio online, que ha mermado notablemente las ventas del pequeño comercio tradicional, así como los nuevos hábitos de consumo, que favorecen la experiencia y el servicio por encima del producto. Además, el encarecimiento de los alquileres y suministros, junto con la inflación, ha obligado a muchos empresarios a replantear su actividad.

Mesón La Bodeguilla, uno de los bares con más tradición de Cáceres, ahora regentado por empresarios chinos. / Jorge Valiente
Una comunidad reconocible
Pese a los cambios, hay algo que se mantiene intacto, tanto en los bazares y negocios antiguos como en las nuevas apuestas: la ética de trabajo, la perseverancia, la disciplina, la educación y el respeto. Además, los precios competitivos y los horarios amplios siguen siendo señas de identidad de los empresarios chinos que copan el mercado.
«Siguen trabajando de lunes a domingo, abren muy temprano y cierran muy tarde. No hacen ruido, pero están ahí, evolucionando y aportando a la economía local», comenta Ángel Prieto, un vecino que reside en Virgen de la Montaña, donde desde hace años se concentran varios bazares y multitiendas.
De esta forma, la comunidad china en Cáceres se adapta, cambia, evoluciona. Ya no se limita a ofrecer productos baratos, sino que busca integrarse plenamente en la vida de barrio, conectar con los gustos locales y formar parte del tejido comercial de la ciudad. El estereotipo del ‘Todo a 100’ es ya cosa del pasado, y el futuro ahora se escribe con esmalte de uñas, cañas y tapas, facturas y academias de idiomas.
Suscríbete para seguir leyendo
- El nuevo mirador de la provincia de Cáceres: una vista del paisaje a más de mil metros en La Garganta
- 200 antiguos alumnos y profesores de Las Carmelitas de Cáceres reviven sus recuerdos en los pupitres
- El PSOE pide el cese del concejal de Urbanismo en Cáceres por ser socio de una empresa ligada a la ampliación de suelo industrial
- Buenas noticias para Cáceres: Miguel Ángel González, cura de Aldea Moret, entra en la Conferencia Episcopal
- Picardo: 'El hotel Extremadura de Cáceres viene a ser como el Palace o el Ritz en Madrid
- Los mayores de Cáceres alzan la voz: 'Si la presidenta de la Junta no nos recibe, haremos una manifestación
- El horrible relato de 45 personas liberadas y explotadas en fincas de Cáceres: hacinadas, vigiladas, sometidas y mendigando
- Las primeras cerezas del Jerte de la temporada llegan a Cáceres