Hostelería

La croissantería Rosendo y la heladería Remo, aisladas por las vallas de Womad en Cáceres

Ambos establecimientos observan un descenso en sus ventas porque las restricciones de se encuentran enfrente de sus negocios y los clientes no se acercan

El gran bar de Cáceres estará mañana en la calle listo para hacer caja

El Periódico Extremadura

Miriam Sierra Becerro

Miriam Sierra Becerro

Cáceres

El año pasado Womad se renovó por completo con la entrada en vigor de medidas, como es el caso de la prohibición de botellón, lo que llevó consigo a un mayor control en el para evitar la entrada de alcohol, drogas, plástico y vidrio. Otro de los cambios que se introdujo fue que la entrada a la plaza Mayor fuera por Pintores y la salida por Gran Vía únicamente.

Unas restricciones que han afectado a establecimientos que se encontraban en Pintores y que esperan la llegada del festival para hacer su particular agosto. Sin embargo, ahora se encuentran aislados. De ello habla el dueño de la croissantería Rosendo, Moisés Gallego, ubicada en esta vía. Este pasado jueves no tuvo su inicio de Womad soñado. "No fue por el ambiente, sino por los cortes. Nos han puesto las vallas a dos metros y no dejan a la gente subir. Tienen que ir por Gran Vía y la gente no quiere dar tanta vuelta para llegar teniendo a cinco metros la tienda".

Para solucionar este problema, propone que los s se sitúen más arriba de la calle. "Entiendo que haya restricciones, pero por lo menos que respeten los negocios que estamos en este lugar. Mis ventas ha sido más flojas, por lo que he decidido empezar a vender a partir de las once. Me conformaré con eso y para el año que viene no haré tantas previsiones".

Heladería

Una medida que también perjudica a heladería Remo. Su encargado, Darwin Hernández, explicó a este diario este pasado miércoles que "el año pasado decidieron que la calle Pintores solo pudiera ser de bajada, los asistentes no podían salir por esta calle y a nosotros nos afectó porque teníamos las vallas enfrente".

El encargado señaló que "llevo más de diez años trabajando en la heladería y se notó bastante la disminución de asistentes de un año a otro, eso nos afectó en los ingresos". A pesar de estas "problemáticas", apuntó que espera que sea un fin de semana fuerte.

A pesar de ello, augura que las previsiones de mal tiempo también podrían ocasionar que no asistan tantas personas. "Al final es un evento al aire libre y la gente va a venir con temor, si llueve y eso, va a venir a mojarse. Hay mucha gente que no es de Cáceres, que viene de los pueblos de afuera", concluyó Hernández.

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