Avance de entrevista

Laura Batuecas: "No entiendo por qué los abogados tenemos fama de peseteros"

El Periódico Extremadura ofrece un adelanto de la entrevista con la abogada cacereña, miembro del despacho Batuecas & Jiménez Abogados

Gonzalo Lillo

Gonzalo Lillo

Cáceres

Con más de una década de experiencia, la letrada Laura Batuecas Esteban (Santibáñez el Bajo) compagina su intenso trabajo diario entre Cáceres y Plasencia. Especializada en diversas ramas del derecho, reivindica el valor social de la profesión frente al desprestigio que, a su juicio, arrastra actualmente, defiende la importancia del vínculo con el cliente como clave del éxito y reflexiona sobre algunos de los casos más complejos en los que ha intervenido recientemente.

La profesión

Pregunta: ¿Qué recuerdos guarda de sus inicios?

Respuesta: Estudié en Salamanca. Era una época en la que estaba muy ilusionada y todo me parecía poco. Luego te das cuenta de que lo que aprendes en la facultad no tiene nada que ver con el ejercicio de la profesión, pero siempre tuve claro que quería ser abogada.

P: ¿Qué es lo que más le apasiona del mundo de la abogacía?

R: Es una profesión en la que ayudamos mucho a las personas, por eso no entiendo por qué los abogados tenemos fama de ser un poco peseteros. Creo que hacemos una gran labor social y, después del área de la salud, la abogacía es una de las profesiones más importantes para la vida de una persona, ya que resolvemos asuntos muy personales, desde cuestiones familiares o patrimoniales hasta temas que afectan a la libertad de una persona.

P: ¿Y qué diría que es lo más duro?

R: Que no hay horarios. Es un trabajo muy sacrificado y, personalmente, renuncio a mucha vida social para, por ejemplo, evitar ponerme mala si tengo un juicio importante. Es algo que haces con gusto, pero a veces te cansas y te planteas establecer un horario u organizarte de otra manera. Aunque cuando tienes cierto volumen de trabajo, es casi inviable.

P: ¿Considera que la figura del abogado está lo suficiente valorada por la sociedad?

R: Creo que existe un gran desprestigio. Es un servicio que no es barato, pero hay procedimientos que duran seis o siete años, y el abogado tiene que seguir trabajando constantemente. Nunca sabes cuándo empieza ni cuándo va a finalizar un procedimiento y, pese a que tenemos un horario de oficina, los clientes llaman incluso a deshoras e insisten en hablar contigo, aunque no estés en el despacho. Para los que nos dedicamos al derecho penal o de familia, es una profesión en la que estamos prácticamente las 24 horas del día al servicio del cliente. Además, conlleva una gran carga istrativa que los clientes desconocen, y a veces no valoran el trabajo del abogado porque piensan que solamente trabajamos en la primera consulta y el día del juicio, pero eso no es así.

Vínculo abogado-cliente

P: ¿Qué importancia tiene la relación entre abogado y cliente?

R: Para mí, este vínculo es esencial. Considero que la clave para el éxito de un procedimiento es la confianza, independientemente de la parte del derecho que te pueda amparar y avalar. En el caso concreto de nuestro despacho, renunciamos semanalmente a procedimientos abiertos y a clientes por diversos motivos que hacen insostenible la defensa.

Tribunales y defensa

P: ¿Qué delitos son más habituales en los juzgados de Cáceres?

R: Los procedimientos penales no suelen ser asuntos de gran envergadura. Lo más habitual son los hurtos y robos, y cada vez hay más estafas por phishing bancario. Pero lo que más me preocupa en Cáceres es la cantidad de abusos sexuales que no se denuncian y, sobre todo, los casos de violencia de género. Creo que actualmente se relativizan ciertas conductas violentas, y la sociedad no acaba de entender que una de las partes puede empezar a sentirse más vulnerable al ser maltratada durante el matrimonio. Muchas veces se denuncian hechos que están en el límite y se archivan porque no llegan a ser constitutivos de delito, pero no significa que sean mentira. El problema es que se alimenta la idea de que existen muchas denuncias falsas, pero si fuera así, habría más mujeres condenadas.

P: ¿Cuáles han sido los casos más complejos a los que se ha enfrentado en los últimos meses?

R: He tenido varios. Uno de ellos fue un procedimiento en Murcia en el que se pedían 15 años de prisión por abuso sexual a la hija de la pareja del acusado, un caso que se encuentra en recurso tras la condena. También tuve un caso de violencia de género, abuso sexual y otros cargos, que se conformó con una pena de 4 años y 9 meses. Y, más recientemente, asumí la defensa del alcalde de Villanueva de la Sierra (Felipe Saúl Calvo), un caso especialmente complicado al haberlo cogido con menos de un mes de antelación a la fecha del juicio.

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