Las consecuencias del alza de precios

"Antes podías llenar la nevera con 100 euros en Cáceres y ahora, con eso, no haces nada"

Cáceres afronta la subida de la cesta de la compra (un 38%) en los últimos tres años o las vacaciones, que cuestan un 43,5% más este verano que en julio de 2019

"Antes podías llenar la nevera con 100 euros en Cáceres y ahora, con eso, no haces nada"

Carlos Gil

El refranero, los dichos o los proverbios. Los hay que hablan del paso del tiempo, de las temporadas de lluvias o del calor. También están los que se refieren a la venganza, a las apariencias o hasta los que invitan a madrugar. Construcciones de uso común, que han pasado de unos a otros y a las que, en muchas ocasiones, no les falta verdad. También se solía decir que "todo lo que sube, baja". Sin embargo, quizá esta cita no haya sabido adaptarse a los nuevos tiempos.  

En la actualidad, los precios de la comida suben. Carne, pescado o fruta. Los combustibles son más caros y los alquileres menos baratos. Salir a tomar algo al bar de la esquina, comer en un restaurante o irse a un hotel de vacaciones agudizan cada día su exclusividad. Parece que después de la pandemia todo está al alza, escala o asciende. Pero, ¿cuándo baja?, ¿cuándo se cumple ese segundo verbo del refrán? Es la época en la que "todo lo que sube, sigue subiendo". 

"Me gasto 25 euros más en hacer la compra de la semana", cuenta Antonia Muñoz, vecina jubilada de Cáceres. Según la Organización de Consumidores y s, el precio de los alimentos en los supermercados ha subido un 38% en los últimos tres años. Un 20% han ascendido las frutas y verduras. El zumo de naranja o el azúcar blanco, por su parte, se mantienen en lo alto de la pirámide con un 81% y un 91% de incremento respectivamente. 

Antonia Muñoz, jubilada de Cáceres

Antonia Muñoz, jubilada de Cáceres / Carlos Gil

"Me gasto 25 euros más en hacer la compra de la semana"

Antonia Muñoz

— Jubilada

Pero, el dato más llamativo dentro de los alimentos es el que acompaña al aceite de oliva, cuyo precio ha escalado un 225% en los últimos tiempos. No en vano, Antonia Muñoz señala que «cada semana que vas al supermercado, el precio ha subido cinco céntimos». Un pensamiento que también comparte Borja Bejarano, creador audiovisual. "Antes podías llenar la nevera con 100 euros y ahora, con eso, no haces nada. Tienes que gastarte 150 o 200 euros", explica el cacereño

Borja Bejarano, creador audiovisual de Cáceres.

Borja Bejarano, creador audiovisual de Cáceres. / Carlos Gil

"Antes podías llenar la nevera con 100 euros y ahora, con eso, no haces nada. Tienes que gastarte 150 o 200 euros"

Borja Bejarano

— Creador audiovisual

Bejarano señala "las carnes" como uno de los alimentos que más ha incrementado su precio. Adrián Rodríguez, director de gimnasio, coincide con él. "La subida se nota más en los productos más saludables como las carnes con más proteínas o los productos con menos azúcares", expone. 

Los alquileres, que solo en el último trimestre se han incrementado un 27%, la ropa o los combustibles no representan supuestos diferentes. "Antes de la pandemia, echaba gasolina a 1,12 euros el litro. Depende mucho del sitio, pero ahora es difícil bajar de 1,30 o 1,40 euros el litro de combustible".

Coste de las vacaciones

Las vacaciones, y todo lo que las rodea, tampoco han sido capaces de librarse. Vivir cada vez es más caro y el ocio, que forma parte de la vida, no podía ser diferente. "Ha subido el transporte y también los alojamientos, sobre todo, en los lugares más turísticos", explica el extremeño Adrián Rodríguez. 

Adrián Rodríguez, director audiovisual afincado en Cáceres.

Adrián Rodríguez, director de gimnasio afincado en Cáceres. / Carlos Gil

"Ha subido el transporte y también los alojamientos, sobre todo, en los lugares más turísticos"

Adrián Rodríguez

— Director de gimnasio

Y es que según el Instituto Nacional de Estadística, el coste de los paquetes turísticos nacionales ha crecido un 43,5% entre julio de 2019 y julio de 2024. Un periodo que también ha sido testigo del aumento del precio de los hoteles, hostales o pensiones de un 33,6%. Dormir este verano en un camping o albergue juvenil cuesta un 17,5% más, mientras que aquellos que deseen alquilar una vivienda secundaria para pasar sus vacaciones deberán abonar un 7,5% extra. 

Quienes escojan el avión para trasladarse hasta su destino estas fechas, en territorio nacional, tendrán que ingresar un 10,2% más de lo que pagarían en 2019. El panorama con los paquetes turísticos internacionales no es diferente, pues su precio es un 15,9% más elevado. 

El cacereño Borja Bejarano es uno de los que ha vivido dicha situación. "Lo que más he notado ha sido el incremento del precio del alojamiento. Ha costado entre 300 y 400 euros más", expone. Él ha podido hacer uso del abono joven para poder moverse en transporte público, algo por lo que se considera afortunado porque reconoce que "el precio del billete de autobús ha subido bastante". 

Además, traslada el mismo problema a bares y restaurantes. Las cervezas u otras bebidas con alcohol han incrementado su precio en más de un 28% y, en general, el ascenso en estos negocios ha sido del 20,5%. 

Punto de vista de los negocios

Algunos, como la Pastelería-Cafetería Mamen de Cáceres intentan hacer frente al nuevo orden con sus propios métodos. "No hemos subido los precios porque la clientela hay que mantenerla", señala Carmen Holgado, que regenta el local. Reconoce que el aceite, la leche, los patés, el pan o, muy especialmente, la electricidad han elevado mucho su precio. "Tenemos que luchar cada día más. Hacemos una jornada un poco más larga y, a partir de septiembre, abriremos también los sábados", señala Holgado, que necesita compensar de alguna forma el aumento generalizado de los costes. 

Carmen Holgado, dueña de la Pastelería-Cafetería Mamen

Carmen Holgado, dueña de la Pastelería-Cafetería Mamen de Cáceres / Carlos Gil

"Tenemos que luchar cada día más. Hacemos una jornada un poco más larga y, a partir de septiembre, abriremos también los sábados"

Carmen Holgado

— Dueña de la Pastelería-Cafetería Mamen

Todos tratan de hacer frente a la situación de la mejor manera. Buscando ofertas, recortando gastos, aferrándose a abonos o ampliando sus jornadas. Cada uno con sus métodos, viviendo una vida cada vez más cara. Esperando que ese refrán que tanto sentido ha tenido siempre, vuelva a adquirirlo. Esperando a que eso que no ha dejado de subir, baje en algún momento.

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