Situación actual de la barriada cacereña

El ‘Espiri’, un barrio castizo que viaja hacia la modernidad

Vecinos y comerciantes de la barriada del Espíritu Santo valoran la tranquilidad, el sentido de comunidad y la buena comunicación con el resto de la ciudad, aunque solicitan reformas necesarias en infraestructura vial y mejorar aspectos que faciliten tanto el día a día como el futuro de sus residentes

Gonzalo Lillo

Gonzalo Lillo

Cáceres

El barrio cacereño de Espíritu Santo, conocido popularmente como ‘Espiri’, ha experimentado una notable transformación a lo largo de los años. Ubicado en el distrito sur de Cáceres e inicialmente destinado a viviendas sociales, ha destacado a lo largo de su historia por el carácter humilde y el fuerte sentido de comunidad entre sus ciudadanos.

«Aquí he nacido y me he criado, y puedo decir que es un barrio tranquilo y con un vecindario estupendo compuesto, en su mayoría, por gente de mediana y avanzada edad», afirma Laura Pavón, conocedora de la situación tras 48 años viviendo en el ‘Espiri’. Su amiga Toñi López, también residente en la barriada desde hace 37 años, puntualiza que «cuando había niños, el barrio tenía más vida y había otro ambiente. Ahora todos han salido fuera y es demasiado tranquilo». Es por ello que agradecen la tendencia actual entre algunos jóvenes por trasladarse a vivir al barrio. «Está llegando una nueva hornada de gente joven que adquieren o alquilan viviendas y revitalizan el barrio», señala Pavón.

Ambas presumen de contar con centro de salud, farmacia, comercios y centros educativos. También de la parroquia Espíritu Santo, rodeada de cuidados jardines. «Está el bar de los Jardines, el de toda la vida, y el que han abierto nuevo, el Zeri’s. Además, está todo cerca», comentan. Para ellas, la única pega es la pérdida de comercios y bares de toda la vida que han ido cerrando paulatinamente porque sus dueños se han jubilado.

CACERES. QUITAN APARCAMIENTOS PARA PERSONAS CON MOVILIDAD REDUCIDA JOSE ANTONIO AYUSO. EDIFICIO VALHONDO

Laura Pavón, vecina. / Carlos Gil

"Están llegando jóvenes que adquieren o alquilan viviendas y revitalizan el barrio"

Laura Pavón

A pesar de que han ido logrando avances, los vecinos reclaman mejoras que ayuden a mejorar su calidad de vida. La queja más recurrente entre el vecindario son las deficiencias en algunas infraestructuras. «Es cierto que ha mejorado con el paso de los años, pero el barrio necesita una renovación», dice López. Concretamente, a los residentes les preocupa la reforma pendiente en un tramo de la calle La Roche Sur Yon. «Arreglaron una parte, pero desde donde lo dejaron hasta el cruce con la avenida Cervantes no han hecho nada», reclama la vecina.

El presidente de la Asociación de Vecinos Llopis Ivorra-Espíritu Santo, José Antonio Ayuso, destaca que la primera fase de la reforma de esta vía «ha mejorado la accesibilidad», pero la segunda fase, aprobada en los Presupuestos Participativos de 2022 donde se acordó destinar 200.000 euros para el arreglo del acerado y el asfaltado, debe realizarse antes de que finalice el año. «El ayuntamiento se comprometió a hacerlo pero no vemos iniciativa para que se lleve a cabo antes de que termine el plazo para hacer esta inversión, por lo que seguiremos reclamando e insistiendo», subraya Ayuso.

Toñi López.

Toñi López. / Carlos Gil

"Es cierto que ha mejorado con el paso de los años, pero se necesita una renovación"

Toñi López

El principal problema tiene que ver con el acerado de la citada vía, que se encuentra levantado y deteriorado, especialmente en las zonas donde se ubican los alcorques de los árboles. Frente a dicho lugar se encuentra el supermercado Maruchi, conocido por todos los vecinos y «el más antiguo con licencia en Cáceres», tal y como asegura Jesús Brillo, a cargo del negocio junto a sus hermanas. «En general, el barrio está bien cuidado pero lo peor es el acerado, que lleva mucho tiempo levantado y no hacen nada, provocando daños en los coches y suponiendo un peligro para los ciudadanos», apunta el comerciante, que atribuye este deterioro a que los árboles están sobre una zona de tierra caliza y las raíces chocan con las piedras y, al no poder brotar para abajo, acaban rompiendo la acera.

Algo que corrobora otro vecino del ‘Espiri’, Ramón Rodríguez, que considera «muy necesario» solucionar este problema y para el que las pistas deportivas es la otra cuestión a resolver. «Por lo demás, es maravilloso para vivir. Está limpio, tenemos de todo y estamos bien comunicados con el resto de la ciudad gracias al autobús urbano, que pasa con bastante frecuencia», concluye.

Problemas con la basura

En general, los vecinos se muestran satisfechos con la limpieza y el mantenimiento de las zonas comunes: «Los barrenderos cumplen con su trabajo y más o menos está todo en buenas condiciones», expone Pavón. No obstante, el cambio de la empresa Conyser a Valoriza para la recogida de residuos tampoco termina de convencer a los residentes. «Antes estaba todo más cuidado y el camión acudía diariamente, pero ahora hay veces que pasan días sin venir y esto se convierte en una estercolera», comenta su compañera, que añade que las quejas del vecindario han surtido efecto ya que «parece que vuelven a pasar todos los días».

Jesús Brillo, jefe del supermercado Maruchi.

Jesús Brillo, jefe del supermercado Maruchi. / Carlos Gil

"Pese a que estamos abandonados en algunos aspectos, es un barrio tranquilo donde se vive bien"

Jesús Brillo

Ayuso, el representante vecinal, también alude a los actuales problemas con la basura. «Los contenedores actuales desprenden malos olores dado que allí van a parar los desechos del supermercado, que debería contar con uno hermético asignado expresamente», sostiene. A su vez, reclama que llevan más de 20 años sin reemplazarse y sería conveniente que instalaran unos adaptados para personas mayores, «algo que ya se nos prometió con el gobierno de Elena Nevado», puntualiza.

Según él, parte de la culpa de la situación se debe a la falta de civismo de algunas personas, que no se molestan en depositar las bolsas de basura en el interior de los contenedores, y a la falta de educación de ciertos estudiantes que no tiran la basura a las papeleras.

Espacios verdes descuidados

A pesar de que Javier San Pedro no reside en el barrio, lleva 30 años a cargo de la ferretería La Roche Sur Yon. «Es un barrio tranquilo donde se vive bien y donde cada uno se busca la vida como puede, aunque es evidente que hay carencias». San Pedro acentúa el abandono de algunas zonas verdes, como el de un pequeño espacio junto a su local: «Lleva mucho tiempo en pésimas condiciones y solo se utiliza para que defequen los perros», lamenta.

Javier San Pedro, de la ferretería La Roche Sur Yon.

Javier San Pedro, de la ferretería La Roche Sur Yon. / Carlos Gil

"Hablamos de un barrio humilde donde cada uno se busca la vida como puede"

Javier San Pedro

Ayuso explica que estos problemas se deben a la falta de personal de la empresa Taler en la ciudad. «Los jardineros acuden cada poco tiempo a podar los árboles y cortar el césped, pero no dan a basto con todo el trabajo».

Más presencia policial

La totalidad de vecinos y comerciantes encuestados afirman que los problemas de seguridad son escasos y puntuales en el barrio. Sin embargo, Ayuso demanda una mayor presencia policial de proximidad en la barriada y afirma que mientras que antes «era habitual ver policías andando por el barrio y en o con los vecinos», en la actualidad «existe un gran descontrol» y Cáceres parece «una ciudad sin ley». 

Ramón Rodríguez, vecino.

Ramón Rodríguez, vecino. / Carlos Gil

"Las pistas deportivas están abandonadas pero el barrio, en general, está muy cuidado"

Ramón Rodríguez

El líder vecinal habla de los recientes robos perpetuados en la barriada. Como el que afectó al café-bar Los Jardines, un negocio familiar que sufrió hace unos meses un nuevo susto (el tercero en poco tiempo) al ser víctimas de un butrón por parte de varios ladrones.

Sin sede pero con asociación

Para lidiar y reclamar todas estas situaciones está la asociación vecinal, liderada por su presidente José Antonio Ayuso, que continúa luchando pese a los «constantes rechazos» de las instituciones cacereñas y la «cantidad de obstáculos que hacen que a uno se le quiten las ganas de seguir trabajando por sus ciudadanos», finaliza.

José Antonio Ayuso, presidente vecinal.

José Antonio Ayuso, presidente vecinal. / Carlos Gil

"El barrio ha progresado, pero sigue habiendo mucho trabajo por delante"

José Antonio Ayuso

Así , los vecinos agradecen que en el ‘Espiri’ siga activa la asociación ante la reciente oleada de cierres en la capital cacereña. «El presidente está realizando una gran labor pese a la escasez de y a las continuas negativas», concreta su vecino Ramón Rodríguez.

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