REACCIONES A LA DECISIÓN DE LA AGENCIA ESTATAL DE SEGURIDAD AÉREA

El Aeroclub de Cáceres también reclama volar en La Cervera

La prohibición de vuelo ministerial se mantiene para los aviones ultraligeros, que lo consideran una “discriminación”

Montaje de La Cervera con la prohibición de uso ministerial.

Montaje de La Cervera con la prohibición de uso ministerial. / CEDIDA

Eduardo Villanueva

Eduardo Villanueva

Cáceres

Arrecian las críticas de colectivos aeronaúticos en la única provincia de España que no tiene aeródromo: Cáceres.

Si ayer este diario informaba de que La Cervera ha recibido luz verde del Ministerio de Transportes , Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) para la práctica del aeromodelismo, hoy las quejas derivadas de la decisión de la Secretaría General de Transportes y Movilidad del Gobierno de España, que anunció en junio la prohibición de toda actividad aeronáutica en los terrenos, tienen como protagonista al Aeroclub de Cáceres. 

Diego Andrada, presidente del Aeroclub Cáceres, ha mostrado su indignación por lo que considera una “discriminación”, y ya han iniciado los trámites necesarios para que se vuelvan a permitir los vuelos de los ultraligeros en La Cervera, de la misma forma que se ha permitido el aeromodelismo.

No cuentan con la autorización istrativa de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), que sostiene que no existe permiso para el uso de los terrenos del aeródromo o campo de vuelo, ni siquiera para ultraligeros. El objetivo: garantizar que haya seguridad aérea en la zona. Una decisión que también critica el aeroclub, que busca soluciones istrativas para revertir esta situación, que sigue generando un malestar en los colectivos aeronáuticos debido a “las trabas con las que constantemente se encuentran en la provincia” para hacer uso del terreno.

“Ya nos hemos puesto en o con la Guardia Civil para aclarar la situación. Nosotros también dinamizamos la ciudad con números actividades anuales”, lamenta Andrada, que tiene una empresa que construye ultraligeros en Cáceres. “Ahora hay que desmontarlos y llevarlos a Almendralejo para volverlos a montar y probarlos allí. Este es el apoyo empresarial que recibimos. Es un trastorno y una situación de cabreo generalizada”.

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